La Policía ha identificado a Audrey Hale, de 28 años, una persona que se identificaba como transgénero, como el autor de la matanza ocurrida ayer en una escuela de primaria de Nashville, la última tragedia con armas de fuego que ocurre en los Estados Unidos.

Hale acabó con la vida de seis personas: tres niños que asistían a clase y tres adultos que formaban parte de la plantilla del centro educativo. Hale murió por disparos de agentes de la Policía que acudieron al lugar.

El t i roteo ocurrió en Covenant School, una escuela privada a las afueras de Nashville en la que Hale fue estudiante. El centro educativo ofrece clases desde preescolar hasta sexto grado (11-12 años).

El tiroteo comenzó a las 10.13 de la mañana, con la mayoría de estudiantes, profesores y empleados dentro del centro. Según relataron las autoridades, Hale penetró en la escuela por una puerta lateral y ascendió hasta el segundo piso, donde se produjo el tiroteo. Además de las seis víctimas mortales, acabó con otros cinco heridos: tres niños y dos adultos. Los menores que fallecieron fueron transportados de urgencia al hospital infantil Monroe Carell Jr. de Vanderbilt, y fueron certificados como muertos al llegar al centro médico.

«Los agentes acudieron a los disparos. Llegaron al segundo piso y vieron a una atacante, una mujer», relató en un primer momento Don Aaron, portavoz del departamento de Policía de Nashville. En una rueda de prensa posterior, el jefe de la Policía, John Drake, aseguró que Hale se identificaba como «transgénero».

«Había un vehículo en las inmediaciones que nos dio pistas sobre quién era», dijo Drake sobre Hale. Se registró un apartamento donde se supone que el atacante vivía.

El jefe de la Policía detalló que las autoridades han encontrado un «manifiesto, algunos escritos» de Hale relacionados con el ataque. Y también un «mapa en el que dibujó cómo tendría lugar esto», añadió.

«Hay una teoría»

Preguntado por si la identificación como transgénero está relacionada con los motivos de su ataque, Drake se limitó a decir que «hay una teoría» al respecto, pero que de momento no podía dar detalles, pero calificó el tiroteo como «planificado» y la escuela como su objetivo.

Hale portaba dos rifles de asalto y una pistola cuando accedió al centro. Al menos dos de esas armas habían sido adquiridas «de forma legal» en establecimientos de la zona, dijo Drake. Los rifles de asalto, armas de estilo militar, están en el centro del debate político de Estados Unidos convertidos en un símbolo de libertad para parte del país y en un factor que propicia este tipo de matanzas para otra parte, que exige que se regule al máximo su acceso o que incluso se prohíba su venta.

Esta última posición es la que defienden el presidente de EE.UU., Joe Biden, y buena parte del partido demócrata. La violencia con armas «está resquebrajando el alma de este país», dijo tras conocer la noticia y volvió a insistir en la necesidad de vetar esas armas.

En lo que va de año, se han producido tres tiroteos en centros escolares de Estados Unidos, un país donde el debate sobre las armas volvió a agitarse con fuerza hace menos de un año, con la tragedia de la escuela de primaria de Uvalde, en el estado de Texas, en la que fallecieron 21 niños. La resaca de aquella matanza solo provocó cambios mínimos en los controles para adquirir armas de gran calibre, ante la oposición férrea de los republicanos.

En lo que va de año, se han producido 129 tiroteos masivos en todo el país, según el recuento elaborado por Gun Violence Archive. Esta organización considera un tiroteo masivo cualquier incidente en el que mueren o resultan heridos al menos cuatro personas.