Una de las paradojas del mercado laboral español es la falta de personal cualificado, lo que está provocando un aumento exponencial de los puestos de trabajo vacantes, de aquellos en los que los empleadores tienen problemas para encontrar los perfiles requeridos. Un escenario que podría tener una lectura de segunda vuelta, que llegado el punto genere mayores tensiones para las empresas por la vía de los costes laborales.

Es decir, la falta de personal cualificado, advierten los expertos, podría devenir en una presión al alza de la oferta salarial de las empresas, que sumado al escenario de aumento de costes y cotizaciones que ha apuntalado el Gobierno tras la aprobación de la segunda pata de la reforma de las pensiones, se traduce en una coyuntura de oferta y demanda de mercado que también adereza ese alza de costes laborales para las empresas.

«El comportamiento de la relación desempleo-vacantes en el segundo semestre del pasado año evidencia dificultades crecientes para realizar emparejamientos laborales que podrían incrementar las presiones salariales en algunos sectores u ocupaciones», señalan los expertos de Sagardoy, en un reciente informe sobre la situación del mercado laboral a finales del pasado año y principios de 2023.

Problema de fondo

Sin embargo, esta circunstancia de desaparejamiento entre la demanda de profesionales de la empresa y la oferta saliente de los centros formativos, es una realidad que el Gobierno y los agentes sociales ya han puesto encima de la mesa de diálogo social como uno de los puntos a tratar en las siguientes negociaciones que se pretenden abrir tras haberse acordado ahora hace poco más de un año la reforma laboral. De hecho, aunque el Gobierno cifra esta bolsa de empleos vacantes en torno a los 120.000 trabajadores, las principales agencias de colocación de empleo temporal en España elevan esta cifra hasta el entorno de los 200.000, más que hace un año, y auguran que en el acumulado de la próxima década se precisen más de un millón de profesionales de nuevo cuño tanto para los sectores más específicos vinculados principalmente a las nuevas tecnología como para las profesiones más habituales y que han perdido intensidad de mano de obra que necesita recuperar a marchas forzadas, como es el caso de la construcción.

Es más, recientemente, el Banco de España arrojó algo más de luz sobre esta tendencia, preocupante si cabe. Según el supervisor, el 35% de las empresas españolas (una de cada tres) tiene dificultades a la hora de encontrar el perfil con la cualificación requerida para el puesto vacante. «La escasez de mano de obra eleva por quinto trimestre consecutivo su impacto negativo sobre la actividad empresarial», advertía el supervisor.

Aquí, por ramas, estas dificultades continúan siendo especialmente pronunciadas en la hostelería y la construcción (donde el 52% y el 50% de las empresas declaran estar afectadas, respectivamente). «Esta heterogeneidad sectorial es relevante a la hora de entender las diferencias en las expectativas de precios a medio plazo (definido a efectos de este análisis como un año), ya que es precisamente en esas dos ramas donde se observan mayores expectativas de aumentos de precios en un horizonte de un año», señala el estudio haciendo precisamente referencia a cómo este desacompasamiento traducido en vacantes de empleo supone una necesidad de elevar la oferta salarial de acceso al puesto en un contexto en el que no sólo suben los costes laborales. Si no también los costes de producción, azuzados por el IPC desbocado, y que se han incrementado un 33% en los últimos doce meses.

Por su parte, la quinta edición del Human Capital Outlook –a cargo del Instituto EY y de Sagardoy Talento e Innovación– intenta dar una parte de explicación a esta tendencia que a pesar de que nace principalmente desde el prisma de la nuevas necesidades formativas, cada vez más tecnológicas, en España crece a la sombra de un desempleo estructural que afecta a tres millones de personas. «El mercado de trabajo está sometido a cambios demográficos intensos que podrían ayudar a explicar el desajuste entre la evolución del empleo y la de las horas trabajadas, los problemas de relevo que genera el envejecimiento pueden limitar el crecimiento del empleo en varias CC. AA. y que existe una cierta disimilitud entre el tipo de ocupaciones que dejaron las personas que se jubilaron en la última década y aquellas en las que trabajan los jóvenes en la actualidad», señalan los expertos

El Banco de España asegura que una de cada tres compañías en nuestro país tiene dificultades para encontrar profesionales