El pasado 20 de diciembre, un portero de discoteca escuchó el relato de una joven que abandonaba el club con la cara descompuesta. Ella tenía 23 años, estaba con una amiga en Sutton, una local de Barcelona, y relató a ese trabajador lo que había sufrido en el baño minutos antes con un exfutbolista. Así se destapó el caso Dani Alves. El exjugador del Barça se encuentra en prisión preventiva desde entonces, acusado de un delito de agresión sexual con penetración. El portero de discoteca fue el primer filtro de un protocolo frente a la violencia sexual que funcionó. Las discotecas madrileñas van a adoptar el mismo aparato de actuación.

El ayuntamiento de la capital y las asociaciones de ocio nocturno Noche Madrid y Madrid en Vivo firmaron ayer un convenio para prevenir las agresiones sexuales durante las horas de fiesta. Según las píldoras informativas que se difundirán a lo largo de esta primavera, los trabajadores de los establecimientos deben actuar en caso de detectar una situación de violencia sexual. El primer paso es ofrecer apoyo y la posibilidad de ir a un espacio seguro, como una sala privada, donde preguntarle qué necesita. A continuación, informar a la víctima sobre el Centro de Crisis las 24 horas, un recurso municipal que asiste y orienta a las mujeres los 365 días del año.

A este convenio, suscrito por los delegados de Portavoz, Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz (PP) y de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte (CS), se pueden adherir todas las discotecas madrileñas. En la asociación Noche Madrid hay 120 grupos empresariales y en Madrid en Vivo unas 60 salas de música en directo. El objetivo del acuerdo es desarrollar cursos formativos online para los 8.000 trabajadores del sector. En principio, estos tutoriales estarán listos en primavera. Además, todos los establecimientos adheridos podrán colocar un distintivo: «Estás en un espacio seguro para las mujeres».

Este convenio es el punto de partida para la elaboración, a partir de este verano, de un protocolo detallado de actuación en colaboración con la Policía Municipal, la Dirección General de Políticas de Igualdad y los propios locales. Por ahora, las píldoras informativas avanzan el modelo a seguir y la primera piedra es el personal de la discoteca en cuestión. Deben, por ejemplo, «evitar comentarios que puedan resultar culpabilizadores para la mujer» y «permitir tanto los silencios como el desahogo emocional». Desde Noche Madrid recuerdan que apenas el 5% del total de agresiones sexuales se producen dentro del ocio nocturno. Sin embargo, como ya lo hicieron en los 90 con las campañas antidrogras, creen que el sector «puede servir de ejemplo».