La semana pasada esbozábamos algunos de los posibles ganadores ante este nuevo ciclo político que está a punto de arrancar. En general podemos decir que vamos a ser todos porque solo la mejora de la percepción sobre la situación será buena para todos. Ahora, bajando más a lo concreto podríamos destacar los siguientes sectores o compañías que se pueden ver más beneficiados. Los bancos, sin duda, son los que desde un punto de vista cuantitativo más se van a beneficiar de la eliminación de los impuestos especiales que de forma absolutamente arbitraria impuso el Gobierno de Sánchez. A renglón seguido están las compañías energéticas, aunque aquí el impacto económico es menos importante y todavía está por ver por donde rompe el nuevo Gobierno en lo que toca a la energía. Son todavía muchos los empresarios del sector que siguen teniendo pesadillas protagonizadas por los hermanos Nadal.

El ladrillo también es muy probable que se beneficie de una mejora del entorno regulatorio, lo que es clave para seguir atrayendo capital extranjero y redundará en beneficio de todos, tanto particulares como empresas. La eliminación de los controles de precios, acompañados de esquemas de incentivos bien planteados, puede ser un importante revulsivo para un sector muy importante de la economía española. Importa recordar que fue precisamente a lomos del ladrillo sobre lo que se construyó el ciclo más prospero de la economía española. Con el ciclo a favor, una regulación que no ponga palos en las ruedas y un sector completamente transformado, las perspectivas resultan inmejorables. Y recuerden aquello de que si el ladrillo va bien, España va bien.

Además, eliminar restricciones que impiden la entrada de capitales en España como la mal llamada ‘acción de oro’, que introdujo este Gobierno en 2020 –otra arbitrariedad más– y que todavía no ha levantado, debería ayudar a que los activos españoles vuelvan al radar del inversor internacional.

Un futuro prometedor que en cierta medida rima con lo que fue el pasado cuando España era la protagonista por buenas razones de la crónica económica internacional.

Todo esto es lo que se está fraguando y el mercado no debería tardar de poner en precio.