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El primer barrio cero emisiones de Europa estará en Chamartín

▶ La futura ‘city’ de Madrid Nuevo Norte promete anular la huella de carbono de la edificación, el transporte o el agua ▶ El ayuntamiento ha acotado esta zona de casi una hectárea como campo de pruebas para la neutralidad climática

CRIS DE QUIROGA MADRID

La última moda del ser humano es la creación de ciudades. Hace solo dos años, dos multimillonarios en sendas puntas del planeta anunciaron que levantarían sus propias urbes, modernas y sostenibles, en mitad del desierto. El Príncipe de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, ya está construyendo ‘ The Line’, una estructura vertical cercada por muros acristalados de 500 metros de alto y 170 kilómetros de largo, mientras que el empresario estadounidense Marc Lore está buscando un terreno árido para erigir la utópica Telosa. Faltan lustros para que estas ciudades que aspiran a ser perfectas se hagan realidad. Pero mucho más cerca, en un trocito al norte de Madrid, y salvando las distancias con esos faraónicos planes, se está gestando un barrio que también promete ser perfecto.

El nombre t é c ni c o e s APE 05. 31 Centro de Negocios Chamartín. Es el corazón de la futura ‘city ’ –como se denomina a los distritos financieros de las grandes ciudades– de Madrid Nuevo Norte. Esta macrooperación que nació hace más dos décadas (la antigua operación Chamartín) ya tiene un calendario y su centro de negocios, uno de los cuatro ámbitos en los que se divide, será el primer barrio cero emisiones de Europa. Un ‘skyline’ de torres y rascacielos sin huella de carbono.

Son 793.898 metros cuadrados de superficie, dos tercios el tamaño del parque del Retiro, y ahí también crecerán árboles y jardines, pero sobre todo oficinas (en concreto, el 75,9% del suelo está reservado para una treintena de edificios de oficinas). Aun así, pretende ser una suerte de segundo pulmón de la ciudad, un núcleo urbano que no contamina. La promotora de la operación, Crea Madrid Nuevo Norte, tiene la vista puesta en 2050, año en que este barrio debería ser un ejemplo de neutralidad climática. Las emisiones contaminantes lanzadas a la atmósfera serán iguales (o menores) que las emisiones absorbidas naturalmente por el planeta. El balance cero, en el distrito de Chamartín.

Las cifras de la ‘city ’ son prometedoras. Ya solo la normativa urbanística específica del centro de negocios, más estricta que la regulación general de la capital, prevé reducir un 20% extra el total de emisiones. En marzo, el Ayuntamiento de Madrid fue más allá y acotó esta zona de casi una hectárea, declarándola Área Demostradora de Acción Climática (abreviado, Área DEMO 360). Antes de las elecciones municipales del 28M, en la última Junta de Gobierno del mandato, aprobó definitivamente el plan de acción. Un documento de 52 páginas con una batería de medidas que permitirán reducir un cien por cien las emisiones ligadas a la edificación y el alumbrado público, un 49% las relacionadas con el abastecimiento del agua, un 3% las derivadas del tratamiento de aguas residuales y un 57% las emisiones del transporte.

La calculadora para obtener estos números es el Protocolo Global para Inventarios de Emisión de Gases de Efecto Invernadero a Escala Comunitaria, que permite pronosticar las cantidades de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso de la ‘city ’ de Chamartín. Pero antes de imaginar edificios inteligentes, vehículos eléctricos y sistemas renovables que vertebran el barrio, hay que retocar las normas. Para eso sirve el Área DEMO 360. «Es un campo de pruebas para testear diferentes proyectos, es un ‘sandbox’ regulatorio», señala el responsable de Innovación de Crea Madrid Nuevo Norte, Javier Dorao.

«Nos pusimos a pensar en el modelo energético, cómo queríamos que fuese la gestión de las aguas de las lluvias, la movilidad... nos dábamos cuenta de que el marco regulatorio no estaba adaptado, a veces ni siquiera exist í a normativa; necesitábamos una colaboración público-privada muy es

trecha», explica Dorao. Tras 25 años paralizado, Madrid Nuevo Norte superó los últimos escollos judiciales y, en verano de 2019, se puso en marcha. Un proyecto para suturar la brecha de las vías del tren al norte de la ciudad, regenerar unos terrenos de 3 millones de metros cuadrados y construir 10.500 viviendas. Ese mismo año, el ayuntamiento aprobó la nueva ordenanza de calidad del aire y sostenibilidad, que contempla la creación de «áreas demostradoras de acción climática». El primer paso.

Pensar el futuro, a corto

Las nuevas generaciones, como las nuevas regulaciones, exigirán vivir en ciudades descarbonizadas; la neutralidad climática a medio plazo es un compromiso que firmaron los 27 en el Pacto Verde Europeo. Y requiere tiempo, planificación, inversiones y cambios de hábitos de los ciudadanos. En el centro de negocios de Chamartín, la meta está en el horizonte, en 2050, alineada con los objetivos de Bruselas, pero hay que ultimar los detalles a corto plazo para que este barrio sea el espejo donde se refleje toda una ciudad. Es un ejercicio de «acupuntura urbana», en palabras de Dorao.

La promotora trabaja en lo más básico, el proyecto de urbanización que diseñará las calles, los huecos para las parques y, lo más importante, los espacios preparados para acoger sistemas eficientes. Ya en este apartado aparecen barreras regulatorias por tumbar. El marco actual, por ejemplo, solo contempla la instalación de energías renovables en parcelas privadas y la Administración tiene que adaptarse para permitir servicios energéticos de uso privado en el espacio público. Los sistemas para utilizar y regenerar el agua residual t ambién necesitan una autorización expresa. El reto es remozar las normas y aplicarlas a mayor escala.

Es decir, si una empresa quiere implantar en Chamartín una red de distrito bajo tierra –producir y distribuir frío y calor a partir de energía renovable–, el espacio está preparado de antemano para acoger esta infraestructura. «No hablamos de una sola parcela, sino a nivel de barrio, de comunidad», remarca Dorao. El experto en Innovación imagina muchas posibilidades: edificios fabricados de materiales reciclados, rascacielos que solo consumen electricidad de fuentes renovables, transporte público cien por cien electrificado, tratamiento ‘in situ’ del agua para reutilizarla como riego, praderas verdes que generan microclimas...

2026: empiezan las obras

La Junta de Compensación, formada por los propietarios de los terrenos del centro de negocios, es la encargada de presentar al ayuntamiento el proyecto de urbanización, que deberá seguir los largos trámites burocráticos. Hasta 2026 no empezarán las obras, según una portavoz de Crea Madrid Nuevo Norte. Una vez se transforme el suelo, se repartirán las parcelas finalistas; algunas se las quedará el consistorio, que erigirá unas 2.500 viviendas públicas. Las recreaciones son bonitas y futuristas, aunque desde Crea Madrid Nuevo Norte advierten que son bocetos. Salvo las imágenes del Parque Central, el diseño ganador de los arquitectos West 8 y Porras Guadiana que cubrirá las vías ferroviarias, la configuración del nuevo barrio dependerá de la visión de los promotores inmobiliarios y energéticos.

Para cerrar, la pregunta del millón. —¿Es mucho más caro construir un barrio cero emisiones?

—El objetivo es hacerlo viable económicamente. Va a venir mucho cambio regulatorio, cada vez más exigente. ¿Por qué esperar? Vamos a ser pioneros y preparar nuestras parcelas para que sean más resilientes a los cambios normativos. Vamos a pensar a lo grande.

MADRID

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2023-06-05T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/282484303152981

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