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El karkubi, la ‘droga de los pobres’, aterriza en Madrid con el tráfico de ansiolíticos

▶ La Policía Municipal detiene a dos hombres con 525 pastillas de Rivotril en Centro para mezclarlas con hachís

CARLOS HIDALGO MADRID

Lo venían alertando las autoridades médicas: el tráfico ilegal del ansiolítico Rivotril se estaba convirtiendo en un problema. La mezcla de este tipo de benzodiacepina con hachís es una de las prácticas comunes en las clases más bajas de toxicómanos en Marruecos. Le llaman karkubi y ahora se ha detectado su utilización en Madrid, tras haberse dado algunos casos en otras partes de España.

La llaman la ‘droga de los pobres’ en el país norteafricano. El uso de un medicamento sin prescripción facultativa que tiene propiedades anticonvulsionantes, ansiolíticas, sedantes, hipnóticas y que sirve en cierto modo como relajante muscular es ya peligroso. Pero mezclado con hachís, los efectos son de alteración del estado de ánimo, hasta llegar a situaciones de enorme agresividad.

Y eso está ocurriendo ya en nuestras calles. El pasado 11 de mayo, según ha podido saber ABC, una patrulla de la Policía Municipal que real izaba un control de alcohol y drogas en la calle de San Bernardo (comisaría del distrito CentroNorte) sospechó de los ocupantes de un vehículo. Eran las 22.40 horas de un jueves normal. Les dieron el alto. Al pedirles la documentación, se mostraron muy nerviosos. Hasta llegaron a decir a los agentes que se tenían que ir porque les corría prisa.

El remedio fue peor que la enfermedad. El conductor, de 25 años, y su acompañante, de 51, eran de nacionalidad colombiana. No dejaron de contestar incoherencias sobre adónde se dirigían. Les cachearon y comprobaron que el DNI que mostró el más joven era, en realidad, de un vecino de Usera, que semanas antes había denunciado su sustracción. «Es mi primo», llegó a decir el sujeto. Pero el documento de identidad del amigo también era falso y también rezaba como robado. Éste, además, llevaba un total de 240 euros en efectivo y fraccionados.

En la requisa del vehículo, la Policía Municipal halló tres blísteres de Rivotril. «Son mías», dijo el copiloto. Pero los agentes desconfiaron, y en el relleno del respaldo del asiento encontraron tres cajas más, 17 recetas de un médico privado y otro DNI sustraído.

Es más, los volantes del supuesto sanitario estaban a nombre precisamente de los titulares de los carnés de identidad mencionados. El posterior análisis del Servicio de Documentoscopia Forense del Cuerpo local concluyó que las recetas estaban falsificadas.

En total, se incautaron de dos envases con 16 blísteres, con 15 pastillas cada uno, además de los tres iniciales que portaba el colombiano de mayor edad. En total, 525 unidades de Rivotril. Fueron detenidos por tres delitos: contra la salud pública, falsedad documental y apropiación indebida de los dos DNI. El vehículo fue retirado y trasladado al depósito municipal.

Según los arrestados, cada pastilla la vendían «a amigos por 1 euro» . Lo que creen los investigadores es que se trata de traficantes de ansiolíticos que venden a distribuidores de karkubi.

Un estudio de la clínica Ant olex señala que esta droga resulta dela mezcla de las benzodiacepinas con otras sustancias «como el maajun, una popular masa de harina mezclada con hachís en polvo, alcohol, colorantes y pegamento» . Y añade: «El empleo del karkubi comienza a extenderse por España. En realidad, los principios activos del fármaco con el que se hace esta sustancia llega a Marruecos desde la Península y, una vez fabricada la droga, se comercializa tanto allí como aquí en forma de pequeñas pastillas rojas. Los comprimidos son fáciles de ocultar y suelen llegar a España procedentes de Argelia o Marruecos. Su precio se encuentra en torno a los 3 euros y se comercializa en forma de comprimidos».

Su uso se da aún más en Marruecos, por ejemplo, durante los partidos de fútbol y también en los perros de presa, para aumentar su agresividad. Sus alucinaciones son, asimismo, muy peligrosas. También se le pueden agregar pegamento y alcohol.

Españoles y marroquíes

Una de las cosas que llaman la atención de la aprehensión en la calle de San Bernardo es que los que movían el Rivotril fueran colombianos; lo habitual es que las redes sean una ‘UTE’ criminal de españoles y magrebíes. En Marruecos irrumpió en 2005, pero en España comenzó a detectarse durante el confinamiento, aunque en provincias como Alicante y Lérida. También se ha desmantelado algún laboratorio que elaboraba sucedáneos de estas pastillas ansiolíticas que simulaban las de las marcas farmacéuticas.

El año pasado, la Policía Nacional, en colaboración con técnicos de Vigilancia Aduanera, llevaron a cabo una investigación que supuso la mayor incautación de fármacos en España (200.000 pastillas de la familia de las benzodiacepinas) y que finalizó con l a detención de ocho personas y l a aprehensión de 500.000 comprimidos sumando los de nuestro país con los del país magrebí.

En la primera fase, se registró una empresa de paquetería de Getafe. En dos hornos, al retirar el panel metálico de ambos, localizaron ocultos, en los compartimentos interiores, 348 botes de pastillas que contenían un total aproximado de 80.000 comprimidos, según Interior.

MADRID

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2023-06-05T07:00:00.0000000Z

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