Cuando uno pierde una joya, un reloj, el móvil o alguna otra pertenencia y no sabe dónde ha sido, no siempre recurre a la oficina de objetos perdidos, por si hubiera llegado allí de manos de algún buen samaritano. Pero este servicio municipal recoge y custodia miles de objetos cada año, a la espera de que aparezcan sus legítimos propietarios. Si esto no ocurre, y al cabo de dos años nadie los reclama, los objetos salen a subasta. En unas semanas se realizará una de estas, de joyas, relojes, bisutería y más de 2.200 dispositivos electrónicos y fotográficos.

Es el área de Hacienda y Personal la encargada de la oficina de objetos perdidos, y también la de realizar esta subasta, que no es la primera que realiza el Ayuntamiento madrileño: en 2022 hubo otra. Lo más abundante en ella son los dispositivos móviles: 800 unidades, entre las que hay 150 tabletas, 263 libros electrónicos y más de 120 teléfonos móviles. También hay quien ha perdido y no reclamado gafas de realidad virtual, pulseras de actividad, consolas de videojuegos y cascos, desde tipo diadema a inalámbricos.

Hay cámaras de fotos –tanto compactas como réflex–, fundas, un trípode y un estabilizador. Y en lo tocante a las joyas, más de 260 son piezas de oro –anillos y pendientes; colgantes, pulseras y cadenas– y otras de plata y joyas con perlas, además de 440 relojes de distintas marcas.

La subasta se realizará en formato online a través de la web de la Sala Retiro (www.salaretiro.com.), adjudicataria del contrato, que se encargará además, de la tasación de los objetos.