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‘Las invisibles’ que bailan en medio de los problemas

▶ Lolita y María Pujalte interpretan a dos camareras de piso en la serie de SkyShowtime, que se estrena hoy

CLARA MOLLÁ PAGÁN

Hay personas invisibles a las que todo el mundo necesita. Muchos no son conscientes de su existencia y su trabajo, pero la falta que genera su ausencia resulta evidente. Ellas están, son muchas veces imprescindibles, pero se encuentran tan inmersas en su quehacer que para muchos son un misterio. Y para eso llega ‘Las invisibles’, una serie de Héctor Lozano que se estrena hoy en SkyShowtime y que cada lunes emitirá nuevos capítulos.

En la ficción, Lolita Flores y María Pujalte se ponen en la piel de Espe e Isabel, dos camareras de piso que trabajan en el lujoso hotel del Mediterráneo, al mismo tiempo que intentan reestructurar sus propias vidas. La historia relata la realidad de unas mujeres que luchan por ganarse la vida, pero que siempre tienen un momento para sonreír. Y para bailar. Bailan y mucho. «En cada capítulo hay un momento de evasión y nos muestran su mirada bailando. Creo que es algo que hacemos t odos. Bailar es un símbolo de libertad y de diversión y es muy bonito este elemento en la serie», asegura Pujalte. Es Pilar, otro personaje, quien imagina a sus compañeras haciendo frente a algunas penas mientras se marcan un sirtaki, bailan un line dance o disfrutan de un pasodoble. Su voz es la que narra cada capítulo y, aunque murió de un infarto trabajando en el hotel, esta camarera está muy presente en la vida de sus compañeras, que la añoran y la recuerdan a menudo.

Amistad a prueba

Espe se resigna y vive al día. Es adicta al presente y al ibuprofeno, por los continuos dolores de espalda. Siempre dice lo que piensa sin tapujos, aunque con la gobernanta prefiere ser prudente, por miedo a perder el trabajo. Isabel es muy amiga suya. Ambas se han hecho mayores en los pasillos del hotel. Ingenua, Isabel sueña con una prejubilación, aunque sabe que no la tendrá nunca. La serie llega para mostrar a unas mujeres que cada día, además de su costoso trabajo, lidian con una vida llena de adversidades y alegrías.

Lolita tiene en común con Espe el temperamento, el descaro, lo luchadora que es y la defensa de su familia. «Tanto mi personaje como yo, por sus nietos y por sus hijos mata», asegura riendo. Isabel es gallega como Pujalte y tienen en común la bondad. La amistad que surge entre ambas, fruto de las horas de duro trabajo de orden y limpieza, traspasa las habitaciones del hotel y va más allá. Ambas comparten sus combates de cada día, sus alegrías, sus preocupaciones, pero esconden secretos. «Aparecen brechas en la amistad, sobre todo cuando no cuentas con la confianza de tu amiga del alma, aunque también se dicen la verdad la una a la otra», explica Lolita. Estas fisuras son una prueba de amistad para las dos camareras que, aunque creen conocerse bien, se dan cuenta de que hay cosas que esconden por miedo a lo que pueda pensar la una de la otra.

Una vida realista

La serie muestra escenas muy realistas sobre mujeres hec has y derechas, maduras, cercanas a la menopausia y más cerca que lejos de la jubilación. Las i nvisibles dan vida a muchas mujeres que atraviesan esa etapa con sus dilemas y luchas. «Tiene que servir de precedente para que se cuenten esas historias de mujeres maduras, tal y como somos, adultas, con experiencias y con vidas interesantes, en las que todavía estamos de buen ver. Podemos seducir, podemos atraer, podemos seguir trabajando y rompernos la espalda y podemos llevar una familia para adelante» , asegura Lolita.

Aunque la serie invita a ser optimista, las escenas que aparecen son realistas. «No es opt imismo, es l a vida misma. Creo que si Héctor Lozano ha hecho algo bien es que ha llevado la verdad a la ficción» , asegura. En los ocho capítulos aparecen unos sentimientos puros, verdaderos y, para la actriz, emociones que tiene la gente normal de a pie.

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2023-06-05T07:00:00.0000000Z

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