El 23 de mayo de 2017 comenzó, en el sur de Filipinas, uno de los asedios más largos de los últimos años. La batalla de la ciudad de Marawi entre el Ejército Filipino y una milicia que juró lealtad al Estado Islámico se prolongó durante cinco meses de combates y ataques aéreos que la convirtieron en una ciudad fantasma. Aunque la batalla terminó oficialmente el 23 de octubre, casi un año después el nivel de destrucción hace imposible volver a la zona cero y 237 000 personas desplazadas, todavía en asentamientos o en comunidades de acogida, cubren a duras penas sus necesidades básicas. A esta delicada situación se sumó el 22 de diciembre el impacto de la tormenta tropical Vinta, que afectó a 175 000 personas. Nuestros equipos en Marawi han recogido testimonios de la población desplazada y retornada para así dar visibilidad a esta crisis, tan poco conocida. Cuatro historias de mujeres supervivientes de un conflicto que ha devastado la ciudad de mayoría musulmana más grande de Filipinas.