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EL MISTERIO DE LOS OJOS DE LA VIRGEN DE GUADALUPE

ENTREVISTA CON JOSÉ ASTE TONSMANN, UNO DE LOS PRINCIPALES INVESTIGADORES DEL GRAN ICONO DE LA RELIGIOSIDAD MEXICANA

TEXTO PABLO VILLARRUBIA MAUSO

El ingeniero José Aste Tonsmann descubrió que en las pupilas de la imagen de la Virgen de Guadalupe impresa en la llamada «tilma sobrenatural», aparecían varios personajes a tamaño microscópico. Hemos entrevistado al autor de este sensacional hallazgo.

JOSÉ ASTE TONSMANN DESCUBRIÓ TRECE PERSONAJES DISTINTOS EN LAS PUPILAS DE LA FAMOSA TELA QUE MUESTRA LA «IMAGEN SOBRENATURAL» DE LA VIRGEN DE GUADALUPE, HOY EXHIBIDA EN SU BASÍLICA EN LA CIUDAD DE MÉXICO. ¿CÓMO SE LAS ENCONTRÓ? ¿A QUIÉNES REPRESENTAN? ¿QUÉ MILAGRO SE OBRÓ ALLÍ PARA QUE SE FORMARAN ESTAS IMÁGENES MICROSCÓPICAS Y ESPECTACULARES? ES LO QUE NOS CUENTA, EN PRIMERA PERSONA, EL CIENTÍFICO PERUANO.

El investigador Paco Domínguez y yo tardamos más de tres horas en llegar al barrio residencial donde reside el profesor José Aste Tonsmann, en la periferia de la capital mexicana.

De adolescente había leído el libro del investigador J. J. Benítez en el que entrevistaba a Tonsmann poco después de sus impactantes investigaciones: según aseguraba, había encontrado siluetas de personas en las pupilas de la imagen supuestamente milagrosa de la Virgen mexicana, que hoy se encuentra en Tepeyac (D. F.). Estas imágenes eran, supuestamente, equivalentes a una «instantánea» microscópica de la escena que, según la tradición, tuvo lugar en 1531, cuando el indio Juan Diego llevó su tilma o ayate (una especie de manto hecho de toscas fibras de maguey) hasta la casa del obispo Zumárraga. Allí la extendió y, ante los ojos de los presentes, la imagen de la Virgen se plasmó milagrosamente en el manto mientras caían flores.

Quería averiguar, más de 25 años después, qué más había descubierto y qué pensaba el científico peruano sobre los enigmas guadalupanos. Tonsmann ya no trabaja en el Centro Científico de la IBM, donde, con los primitivos y lentos escáneres de aquellos tiempos, realizó los primeros estudios de los ojos de la Virgen. En aquella época tenía que investigar en la hora de la comida, para no tener problemas, y logró algunas impresiones muy toscas, debido a la carencia de medios. Aun así, logró ver lo que, supuestamente, eran personajes que rodeaban a la Virgen cuando ésta impregnó el manto del indio Juan Diego ante Juan de Zumárraga.

En el domicilio de Tonsmann compartimos una animada charla sobre los pormenores de la investigación a la que ha dedicado su vida. Tonsmann había estudiado ingeniería de sistemas en la Universidad de Cornell (EE UU) y más tarde trabajó en el centro de IBM en México D. F., donde finalmente se afincó. «En febrero de 1978 yo estaba trabajando con técnicas muy avanzadas de digitilazación de imágenes y no había el software que hay ahora –comenzó a explicarnos–. Cuando llegué a México empecé a escanear, por curiosidad, varias imágenes de símbolos del país, entre ellas unas diapositivas de la Virgen de Guadalupe. Mi intención era la de digitalizar las imágenes para ver cómo quedaban impresas. Pero por esas mismas fechas cayó en mis manos una revista, Visión, donde se decía que en 1951 un tal Carlos Salinas, fotógrafo oficial de la Basílica de Guadalupe, -había descubierto una figura humana ampliando la imagen de una de las pupilas de la Virgen. Eso me dio la idea de hacer lo mismo y, para mi sorpresa, me encontré con la imagen no de un español, como decía Salinas, sino de lo que parecía un indio sentado, con las manos en posición de oración, en el ojo izquierdo de la figura», nos explicó Tonsmann en el salón de su casa.

Más tarde, en sucesivos escaneos, Tonsmann descubrió otras diminutas figuras dentro de las pupilas: la cabeza del obispo Juan de Zumárraga y la de un hombre con barba que el científico relacionó, más tarde, con un noble español. J. J. Benítez fue uno de los primeros en intentar identificarlo, llegando a la conclusión de que quizá se tratara de Sebastián Ramírez y Fuenleal, hombre cercano a Zumárraga.

DETALLES SORPRENDENTES

En su libro El misterio de la Virgen

de Guadalupe (Planeta, 2003), Benítez dedica varias páginas a explicar el entonces novedoso funcionamiento de un escáner, que se llamaba «microdensitómetro», usado con un hoy vetusto ordenador Perkin-Elmer. Cada zona de la fotografía era convertida en números, y estos dígitos grabados en una cinta magnética de la computadora donde aparecían 1.600 puntos o píxeles por centímetro cuadrado.

«Las fotografías que escaneaba las imprimía más tarde en grandes hojas, con letras que, vistas de lejos, formaban una imagen. En esa época no había impresoras de inyección de tinta. Colgaba las hojas en mi dormitorio para verlas antes de dormir o al despertarme. Fue entonces cuando vi a un varón sentado, con las piernas cruzadas: el indio. Poco a poco fueron apareciendo detalles. Esta fue la primera figura, luego encontré la cara de un hombre con barba que ya habían descubierto

Sumario

es-es

2017-07-13T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/282445644098846

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