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EL COMPLOT COMUNISTA

Fue durante un interrogatorio al que fue sometido Ali Agca (izquierda) por el SISMI, el servicio secreto italiano, cuando el terrorista confesó que el plan para asesinar a Juan Pablo II había sido preparado por agentes del espionaje búlgaro que actuaron por orden de las más altas instancias del KGB. Está comprobado que Agca realizó varios viajes a Bulgaria, alojándose en un hotel que era utilizado frecuentemente por los servicios secretos de ese país para diversas misiones. También se ha documentado que mantuvo contactos con Sergei Antonov (derecha), ciudadano búlgaro que trabajaba en Roma para las aerolíneas de esta nación y que, según fuentes de la CIA, en realidad era un agente secreto de dicha nación. Lo cierto es que Antonov fue arrestado a causa de las acusaciones del terrorista, pero en un juicio fue declarado inocente por falta de pruebas. También parece confirmado que, a mediados de 1981, un miembro del servicio secreto de Turquía, que estaba infiltrado entre la comunidad turca de Italia, localizó a Agca en compañía de dos hombres. Uno de ellos era un contrabandista con muy buenas relaciones con el espionaje búlgaro, y el otro un ciudadano italiano el mundo de la extrema izquierda de su país y que, según el servicio de inteligencia de EE UU, era un agente del KGB. Según confesaría Agca –para desdecirse posteriormente, como es su costumbre–, la operación habría sido dirigida desde Italia por el entonces agregado militar de la embajada de Bulgaria en el país transalpino, cuestión que tampoco pudieron confirmar las autoridades.

Ovnis Y Conspiraciones

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2017-07-13T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/282638917627166

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