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Arte. La «fascinante» belleza de las obras de Ángel Haro en el Palacio Almudí de Murcia

El pintor, escultor y escenógrafo expone ‘RESET’ en el Palacio Almudí de Murcia, una muestra integrada por diez obras de gran formato cuya belleza resulta asombrosa

EMILIO MORALES Miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte

Sobre un papel en blanco no es fácil describir las emociones. No sé bien por dónde debería empezar. Ver, oler, observar un cuadro o una obra de arte me resulta fascinante si al ponerme delante de ‘ella’ abraza mis sentidos y me conmueve. Eso es lo mínimo que le pido a las páginas de un libro, a la música que escucho, al paisaje en cualquiera de sus formas, al poema, a la escultura, al noble edificio, a la ventana…; le pido que emocione, que te haga sentir, que ilumine por un instante la vida, que te atrape y que sientas que estás vivo y que la belleza en cualquiera de sus múltiples manifestaciones produzca en ti una sensación de bienestar como la que deberíamos sentir cuando de niños estábamos en el regazo de la madre. Emoción.

He tenido la fortuna de compartir junto al artista, y no de cualquier manera, al arte primario, la génesis de cada obra desde hace casi cuarenta años que nos conocimos y ambos éramos algo más jóvenes. De Ángel Haro me sigue fascinando la sorpresa que provoca cada vez que me muestra el último boceto, la última idea, su último pensamiento. Es Haro el cosmonauta de un universo sin fin, de un mundo sin esquinas ni puertas. Todo está abierto, todo es grande y a la vez cabe en una mano. Este apátrida de corazón fuerte forjado a fuego y templado en las aguas de siete mares, viajero enamorado del mundo, nos muestra en cada obra la síntesis de su inagotable creatividad.

En ‘RESET’, su penúltima exposición (hace unos días inauguró otra muestra en Madrid junto a otro grande, Alberto García Alix, en las paredes del Museo Lázaro Galdiano), Haro, nos muestra sobre diez obras la vuelta a los orígenes, empleando para ello materiales que tuvieron vida propia en otros lares. Ahora, la materia antigua y la luz de la imaginación de nuestro artista se mezclan en esta decena de bellas obras expuestas entre las enormes columnas del Palacio Almudí. Diez obras para crear su discurso alto y claro, enérgico y vibrante.

Sobre una gran lona, ‘Vía Láctea’, una obra sutil como un susurro, cuyo tamaño puede confundir al espectador si este no se percata de la delicadeza, fragilidad y suavidad de sus formas. Un cuadro que, como pentagrama de una sinfonía de movimientos y estructuras visuales, es el renacido mundo pictórico del artista.

Atmósfera limpia

‘RESET’ es un paseo por su propia historia. En estas diez obras está comprimido su peregrinaje vital de caminante, de viajero, de náufrago, de poeta, del niño de ojos grandes observando el paso fúnebre de Édith Piaf por las calles de París, de las noches de insomnio, de la mirada perdida en el horizonte, de la razón, del trabajador incansable y tenaz, del hombre sin pereza, del artista, enorme artista, del creador de sueños.

Hay otros paisajes, otras bellas historias en las obras de la exposición del Palacio Almudí que ha pintado para nuestro gozo Ángel Haro. Hay un guiño constante a la pintura de sus mayores. Un paseo por el pasado. No hay estridencia, no hay sermón, no hay culto, no hay lágrimas ni desconsuelo; es una atmósfera limpia, es un quejido de asombro, es un abrazo del destino. Es la encrucijada que te hace estar alerta, siempre vivo, siempre atento al mundo sensible, a la soledad del estudio, a la duda, a todo aquello que te hace sentir miedo y a la vez te fortalece y te hace tensar los músculos y tendones de tu cuerpo. Poner todo tu ser al pairo y enfrentarte cuerpo a cuerpo con la tela desnuda, con el lienzo blanco, arrogante y soberbio…

Y ahí está como siempre el artista, encontrando el camino en senderos donde la oscuridad va poco a poco dejando ver la clara luz del alba.

ABABOL

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2021-12-11T08:00:00.0000000Z

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