El Govern confirmó ayer que el presidente de la Generalitat coincidirá de nuevo este próximo domingo con Felipe VI. Pere Aragonès acudirá a la cena de inauguración del Mobile World Congress en Barcelona, que estará presidida por el Rey. El jefe del Ejecutivo catalán da así un volantazo a la estrategia en las relaciones con el jefe del Estado.

La semana pasada, en las jornadas del Círculo de Economía también en la capital catalana, decidió plantar a Felipe VI. Lo hizo a medias, ya que se ausentó de la cena del foro económico, pero coincidió con el jefe del Estado en un encuentro no previsto y organizado a última hora con la presencia del presidente de Corea del Sur. Felipe VI y Aragonès se saludaron y se fotografiaron junto Moon Jae-in, la alcaldesa de Barcelona y dirigentes empresariales. El domingo, en cambio, compartirán mesa y mantel.

«No hay un cambio de criterio», afirman desde el Ejecutivo catalán. Pero la confirmación de que el president cenará junto al Rey se produjo el día en que el Gobierno aprobó indultar a los nueve presos del ‘procés’. El gesto de Aragonès agradó en la Moncloa.

Gesto de distensión por parte del Palau de la Generalitat, que ya no dejará de acudir por sistema a los actos en que esté el jefe del Estado. «La agenda de la Casa Real no modificará ni condicionará» la agenda del Ejecutivo catalán, afirmaron ayer desde el Palau de la Generalitat. Ahora el criterio no es si está o no el Rey, sino si el acto tiene o no relevancia. En la pasada legislatura, Quim Torra impuso el boicot al Rey en todos los actos organizados por la Casa Real en Cataluña.

Será la segunda visita del Rey a Barcelona en semana y media y la primera desde la concesión de los indultos. Pero no será la última. Los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía asistirán el 1 de julio a la entrega de los premios princesa de Girona.