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El enemigo vive arriba

Periodista GAUMET FLORIDO MEDINA

Más de una vez hemos escuchado que al actual presidente de Canarias le ha tocado lidiar con un mandato extrañamente convulso, salpicado de vaivenes ajenos a su responsabilidad pero que han marcado y condicionado su gestión. Han llegado a especular con su hipotética mala suerte. Primero fue el gran incendio en Gran Canaria, luego la caída de Thomas Cook, después vino la pandemia, entre medias, la crisis migratoria… En fin, que, al margen de la opinión que se tenga sobre su gestión y la de sus socios, parece evidente que la coyuntura, el destino, el azar o como quieran llamarlo, tampoco se lo ha puesto fácil. Pero se me ocurre que, dados los acontecimientos en lo que llevamos de mandato, va siendo hora de que Ángel Víctor Torres sume a esa lista de calamidades al Gobierno central y a su escasísima sensibilidad con la realidad canaria. Un ejecutivo que, por cierto, muy a su pesar, digo yo, es de los suyos. La lista de agravios se antoja larga, desde la lentísima reacción de Madrid a la crisis migratoria, de la que quedó como huella indeleble el famoso muelle de la vergüenza, a las idas y venidas con esa famosa deuda del convenio de Carreteras que dicen que ya se va a firmar pero que todavía parece que no; a, por ejemplo, la petición de ampliación de plazo para poder invertir en la RIC, concedida in extremis y con un regusto a ‘toma, para que nos dejes en paz’. El último golpe bajo se lo han dado con las dificultades que ha puesto el Gobierno para reconocer el derecho del sector audiovisual canario para tener un diferencial fiscal del 80% superior al resto del Estado. A este paso Torres tiene motivos para pensar que el enemigo lo tiene en casa, y que vive arriba, en Madrid.

OPINIÓN

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2021-06-23T07:00:00.0000000Z

2021-06-23T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/282132114407971

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