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Modric rescata a Croacia

El madridista lidera a la vieja guardia ajedrezada con golazo y asistencia para mantener viva a la subcampeona mundial frente al fragor escocés

JOSÉ MANUEL ANDRÉS

Cuando todo parece perdido. Cuando el resultado y el tiempo apremian con fuerza y resulta más difícil jugar y pensar con claridad. Ahí se distinguen los más grandes y el mejor de Croacia tiene nombre y apellido. Luka Modric apareció al fin en esta Eurocopa y lo hizo para rescatar con un golazo y una asistencia a la selección ajedrezada cuando la corajuda Escocia amenazaba su continuidad en el torneo.

Las cuentas eran muy claras: ganar o hacer las maletas. Y es que la selección vencedora tenía el premio del pase a octavos, al menos como una de las mejores terceras, mientras que un hipotético empate dejaba a ambas fuera del torneo. Con exigencias diferentes, pues Croacia llegaba a esta Eurocopa como subcampeona mundial mientras que Escocia no vivía una fase final continental desde 1996, comenzó un duelo marcado por el sorprendente dominio británico en el inicio.

Escocia, sin la joven promesa Gilmour después de su positivo por covid-19, apretaba como toda la vida, con intensidad y a balón parado, a través del juego aéreo. Una fórmula clásica que le bastó para llevar la iniciativa en los primeros minutos. Modric, en principio más liberado con la presencia de Brozovic junto a Kovacic en el doble pivote, apenas aparecía y su equipo tenía enormes dificultades en la creación del juego desde la medular. Sin embargo, cuando menos lo merecía, apreció ese espíritu de supervivencia de esta generación ajedrezada para golpear a la primera a través de Vlasic. El tanto que suponía la clasificación le dio al conjunto de Dalic la tranquilidad necesaria para hacerse dueña del partido.

Pese a todo, y fiel a la mística batalladora, Escocia no bajó los brazos. Ni mucho menos. Con más o menos precisión el equipo de Steve Clark siguió rondando los dominios de los veteranos Lovren y Vida. La insistencia tuvo premio, pues McGregor aprovechó un balón rechazado tras un mal despeje de Vida para fabricar una igualada que no servía a nadie pero que hizo rugir a Hampden Park, consciente de que su selección se ponía a un gol de superar al fin el grupo inicial en una fase final.

El segundo acto arrancó con el sonido de fondo del mítico ‘Flower of Scotland’ entonado por la apasionada parroquia local. Respondía Croacia con un gran balón filtrado

de Vlasic al que Gvardiol llegó un segundo tarde ante Marshall. También Modric exhibió magisterio en el pase en largo, pero Perisic no supo aprovechar el servicio. El tanto balcánico parecía cercano, pero Escocia avisó. «Seguimos en pie», pareció gritar McGinn en un intento de remate en el segundo de palo que puso el corazón croata en un puño.

Marca registrada

Apretaban los nervios. Media hora por delante y la necesidad imperiosa del gol para seguir con vida. Era un escenario para los elegidos y Modric es uno de ellos, no hay duda. Al de Zadar le cayó un balón en la frontal del área escocesa y lo demás ya es historia. Con ese golpeo con el exterior de la derecha que es marca registrada, patrimonio mundial del fútbol incluso, el mejor jugador croata de todos los tiempos la puso en el fondo de la red y le devolvió el pulso a la subcampeona mundial.

La clasificación estaba ya en el bolsillo con el 2-1, pero por si acaso, para evitar sofocos de última hora y de paso asaltar la segunda plaza del grupo, Modric la puso con música en un saque de esquina y otro veterano, Perisic, sentenció de cabeza.

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2021-06-23T07:00:00.0000000Z

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