A Luis Enrique ni se le pasa por la cabeza poner su cargo a disposición de la Federación Española de Fútbol si La Roja pierde hoy contra Eslovaquia y se queda fuera de la Eurocopa. Lejos de contemplar este escenario, el seleccionador dio un paso adelante y sostuvo que sus intenciones son otras, justo las contrarias. «¿Dimitir si nos eliminan? ¿Está de broma? Estoy pensando en renovar», dijo ayer en una entrevista con Mediaset.

Unas horas después, en su comparecencia previa al choque ante los centroeuropeos, el asturiano se reafirmó en su determinación de continuar al frente del combinado nacional una buena temporada. «Tengo contrato hasta después del Mundial –se disputará en Catar entre noviembre y diciembre de 2022– y no tengo ninguna intención de no cumplirlo. Estaría encantado de seguir», reforzó su mensaje en vísperas de un duelo fundamental para seguir en liza.

Los dos empates contra Suecia y Polonia han colocado a España sin margen de error y con Luis Enrique en el epicentro de la polémica. Otro paso en falso frente a los eslovacos, que solo necesitan un punto para meterse en octavos, comprometería el futuro del gijonés en el banquillo de La Roja. Lo asume con aparente normalidad, pero no piensa retroceder ni para coger impulso. «Estoy tan a gusto en la Federación, me siento tan importante en la selección y mi trabajo, más allá de los resultados, será juzgado. Es un orgullo representar a mi país. Tengo contrato hasta después del Mundial, pero viendo cómo estoy aquí... Me va el movimiento, la marcha, el ritmo. Estaría encantado de continuar», remarcó. No quiso ahondar en sus relaciones con los responsables federativos, si cuenta con su respaldo. «Vivo de lo que puedo controlar e intento mejorar a mi equipo, aportar cosas».

El Mundial queda lejos y lo que importa ahora es la Eurocopa, que no ha arrancado bien para España pese a su superioridad ante suecos y polacos. A Luis Enrique se le preguntó por su grado de preocupación y por la confianza que tiene en superar el bache e incluso llegar lejos en el torneo continental. «Tengo la preocupación lógica de ver que mereces más y no llegas al resultado. Aquí no vivimos del aire. No soy ingenuo y sé de qué pie se cojea. De preocupación estoy en un siete, pero me tengo que centrar en motivar y sacar lo mejor de mis jugadores».

Luis Enrique hará algunos cambios para mejorar y refrescar el once de la selección, al que volverá Sergio Busquets

Pese al mal inicio, el gijonés mantiene la confianza en la respuesta de sus hombres. «Tengo una sensación, un ‘feeling’ personal, de que esto es como una botella de cava que está a punto de descorcharse. No lo hicimos en los dos primeros partidos. Pero en cuanto la descorchemos, hagamos un encuentro completo y consigamos una victoria holgada para generar confianza, saldrá de nuevo nuestra mejor versión», expuso el seleccionador.

«Clemente, un ‘crack’ único»

Anticipó que Eslovaquia planteará un «partido muy defensivo. Lo creo porque les vale el empate». Explicó que es un equipo que se «cierra muy bien, tapa los pasillos centrales con bastantes jugadores y son fuertes en las situaciones de centro y remate». Asumió que derribar el muro no será fácil y prometió hacerlo «por todos los medios». Destacó el buen fútbol de su equipo y reiteró que el apartado de mejora se localiza en la «fase de finalización. ¿Qué te garantiza goles? Generar infinidad de ocasiones. Para ello hay que hacer muchas cosas bien y en eso nos centramos».

Durante su intervención se le cuestionó por su método y por si veía similitudes con el de Javier Clemente, que le tuvo en la selección de jugador. «A pesar de mi admiración por Javi Clemente, que es un ‘crack’, una persona única y un gran entrenador, no tenemos nada que ver. Cada uno tiene su manera de ver el fútbol».