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Todas las mujeres somos iguales

(En clave de humor)

DONINA ROMERO

www.donina-romero.com

Oí decir en una película que «todas las mujeres somos iguales y que sólo tenemos diferente la cara, para que los hombres puedan reconocernos». Y aparte de reírme (también nosotras pensamos lo mismo de ellos), puede que tenga razón quien lo dijo, porque por lo que veo y escucho entre mis amigas, coincidimos unánimemente en muchas cosas. Sobre todo en los regalitos ‘que no aciertan’ nuestros maridos

Y es que en esto de los regalos las mujeres sí que somos todas iguales y pensamos, «nada, es que mi santo para los regalos no da nunca en el clavo». Y digo yo, concio (taco canario), que tampoco estamos pidiendo peras al olmo, o sea, no pretendemos obsequios deslumbrantes y ni mucho menos que, en cuanto a los piropos, nos digan constantemente que cada día estamos más espectaculares y hermosas (sabemos que ya estamos más allá que más acá y además el espejo nunca miente), pero vamos, a nuestras edades y con nietos (servidora tengo cinco y a cual más guapo y bueno), la indulgencia en el piropo y esa ‘sorpresita inesperada’ de cuando en cuando, amortiguarían nuestro ahora corto aunque no apresurado paso por la vida, exenta ya de una atmósfera romántica como cuando teníamos veinte años, aunque con mucho amor y entendimiento con nuestro santo (todo hay que decirlo, no sea además que luego nos encontremos con su sensibilidad ofendida (amulados) y nos digan que han quedado empapados por las salpicaduras de nuestra insolencia). Soy consciente de que las mujeres somos tan difíciles para esto de los regalos como intentar prolongar la juventud pero, puñema (taco canario), tampoco estamos exigiéndoles que nos amen a estas alturas con furor latino ni que nos llenen de piropos como un bombardeo cósmico porque sería todo más exagerado que una novela de cuatro tomos.

Ay, las mujeres..., ¿será que los hombres a ciertas edades no saben enamorar o somos nosotras que, pesadas, seguimos pidiéndole poesía a la vida, cuando a estas alturas lo importante es como decía Descartes, ‘cogito, ergo sum’ = ‘pienso, luego existo’? Aunque yo diría que las mujeres existiremos, pensaremos y pediremos mientras no se nos fatigue ‘la palabra’. Y es que seguimos siendo un misterio sin resolver. That is the question.

OPINIÓN

es-es

2021-07-27T07:00:00.0000000Z

2021-07-27T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281852941601135

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