Kiosko y Más

Abuelas-os sabias-os

Sacerdote

FRANCISCO MARTEL

Amigos-as, ayer la Iglesia celebró el día de los abuelos, y a todos ellos-as les dedico el siguiente cuento que dice: «Había una vez un fotógrafo ateo que entró en el bosque para fotografiar el follaje de otoño donde se oía el canto de los pájaros y el arroyo susurrando. En cierto momento el fotógrafo escuchó un ruido especial viendo que detrás le seguía un enorme oso a través de los arbustos. Y él, lleno de miedo, dejó caer su máquina y corriendo se dio cuenta que un oso le seguía y se le acercaba. El hombre, ante aquel panorama, se asustó tanto que las lágrimas le chirreaban por toda la cara y fue entonces cuando gritó: ‘Dios mío, ayúdame…y que me atrape este animal hambriento’».

Lo curioso fue que luego el hombre oyó una voz que salía del trueno y le decía: «Joven, durante años has dudado de mi propia existencia, pero ahora que tu vida está en peligro, me llamas por mi nombre para que te ayude. Dime ¿por qué te portas así?». Y el hombre pensó diciendo: «Sí, tienes razón, pero si tú eres Dios sería hipócrita por mi parte convertirme en este momento de mi vida». La voz estuvo en silencio durante un momento y contestó luego: «Hecho», y todo empezó de nuevo: los pájaros cantaban, el arroyo iba a sus anchas y la brisa suave iba susurrando entre las hojas, y el oso con mucha devoción unió sus patas e inclinando su cabeza rezó así: «Bendice, Señor, estos alimentos que hoy voy a comer con mucho gusto». Y luego, dándose un buen banquete, vio que todo empezó de nuevo con el canto de los pájaros y con el arroyo que siguió a sus anchas.

Amigos-as, desde este espacio damos el pésame a nuestro obispo por la muerte de su madre, que falleció hace pocos días y nos unimos a su oración deseándole a ella un eterno descanso.

OPINIÓN

es-es

2021-07-27T07:00:00.0000000Z

2021-07-27T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281861531535727

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