Kiosko y Más

Los partidos cierran filas ante la gravedad de la crisis palmera

Torres promete hacer «todo lo que pueda» y agradece la voluntad de colaboración de las fuerzas políticas

Ante una crisis como la que vive La Palma por la erupción volcánica, no debe haber disputas políticas. Fue el mensaje lanzado ayer en el Parlamento, donde el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, prometió hacer «todo lo que pueda» para minimizar los daños y aportar soluciones. Mientras, el avance de la lava se ralentiza y el lunes se reanudan las clases.

Los dos brazos de la colada más activa en estos momentos del volcán de La Palma ralentizaron ayer su avance tras adentrarse en el barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, ya evacuado al completo, tras llevarse por delante un supermercado y atravesar el campo de fútbol.

El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias

(Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, explicó que el avance de esta colada en las últimas horas llevó a la evacuación preventiva de las personas que aún no habían sido desalojadas, y que según el censo son unas 400. El 12 de octubre habían sido evacuadas otras 800.

Morcuende detalló que los dos apéndices de esta nueva colada, situada por encima de la primigenia, tuvieron en la madrugada de ayer «alta intensidad y bastante recorrido», pero al encontrarse en su camino con un supermercado y con un campo de fútbol perdieron «fuerza» y capacidad para seguir avanzando.

La que sepultó el supermercado de La Laguna «ha englobado mucho material procedente de edificaciones», perdió mucha fluidez y ganó en viscosidad. «Sigue bien alimentada desde atrás, pero le cuesta más moverse», dijo Morcuende. A la otra, situada más al norte, le está pasando «exactamente lo mismo», subrayó.

El director del Pevolca insistió en que se trata de evacuaciones preventivas realizadas con tiempo suficiente «para que nadie se sienta agobiado», una decisión adoptada tras analizar los mapas de trazabilidad, pero es difícil anticipar el lugar por donde puede discurrir la lava o si los vecinos podrán regresar si se ralentiza o detiene el avance.

En la monitorización del volcán no se registraron grandes novedades en las últimas horas, según expuso la portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, salvo una deformación en el terreno de cinco centímetros en un movimiento vertical detectada en una sola de las estaciones.

Esta deformación, cuya fuente empuja desde el norte hacia el sur, registrada en una zona ya evacuada, sorprendió a los científicos porque se midió solamente en una sola de las estaciones, la más cercana al centro eruptivo, pero no en las demás. El Pevolca avisó a las personas que están en el lugar, la zona de Jedey y Las Manchas, básicamente científicos trabajando sobre el terreno y servicios de emergencia y fuerzas de seguridad dedicadas a la limpieza de ceniza de azoteas, que estén atentas ante posibles fenómenos observables, como pinos que arden desde la base o emisiones de gases desde el suelo.

La sismicidad continúa localizada ligeramente más al sur del enjambre inicial previo a la erupción, con un número de seísmos algo menor pero con magnitud algo más elevada, la máxima de 4,5, un terremoto situado a gran profundidad y sentido en toda la isla.

Las emisiones de dióxido de azufre en el volcán siguen altas, con valores de 15.995 toneladas diarias, y la altura de la columna de cenizas y gases llega a los 2.600 metros.

La calidad del aire en las últimas horas se mantiene buena o razonablemente buena, con algunas mediciones puntuales más elevadas de dióxido de azufre o partículas que siguen aconsejando usar mascarillas en el valle de Aridane, pero por primera vez en este episodio se ha registrado una medición elevada en el centro de investigacion atmosferica de Izaña, en Tenerife.

Según expuso María José Blanco, en la madrugada del 12 de octubre hubo valores muy altos de dióxido de azufre en Izaña que llegaron a superar los umbrales de saturación de los equipos, 7.500 microgramos por metro cúbico, aunque enseguida remitió el episodio.

El viento en La Palma sopla desde en noroeste, de modo que los gases y cenizas se dispersan hacia el suroeste, lo cual es bueno para la operatividad del aeropuerto. A partir de hoy se espera una llegada de aire sahariano que no afectará al tráfico aéreo, aunque el descenso en el nivel de inversión térmica puede empeorar la calidad del aire.

Los últimos datos sobre la extensión de la lava indican que hay 674,5 hectáreas afectadas, 34,23 más que la víspera, y el ancho máximo de la colada se mantiene en 1.770 metros. Las edificaciones destruidas, según el cotejo con el catastro, son 992, de las que 908 son de uso residencial, 95 agrícola, 47 industrial, 22 de ocio y hostelería, 8 de uso público y 11 de otros usos. Los datos de los satélites de monitorización terrestre de Copernicuos indican que las construcciones afectadas son 1.600, de las cuales 1.548 están destruidas y 86 afectadas.

Las emisiones de dióxido de azufre sigue en 16.000 toneladas al día, con 2.600 metros de altura de la columna de ceniza y gases

PORTADA

es-es

2021-10-15T07:00:00.0000000Z

2021-10-15T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281552294045888

ABC