El Ayuntamiento capitalino ha distribuido un total de 1.521 tarjetas para la compra de alimentos entre las familias necesitadas de la ciudad. Esto supone un importe total de 997.500 euros del total que tenía destinado el Consistorio,

un millón de euros, con el convenio con la cadena de supermercados de Cencosu (Spar).

Así lo explicó ayer la concejala de Servicios Sociales, Carmen Luz Vargas, en una comparecencia solicitada por el PP.

La edila aseguró que se ha redactado un nuevo pliego para la contratación de este servicio, que tiene una clara vocación de continuidad, y rechazó la propuesta del PP de habilitar tarjetas monedero para que los beneficiarios puedan hacer la compra donde les venga bien y no en los supermercados con los que el Ayuntamiento alcanza el acuerdo.

«Con lo que usted propone», le dijo a Víctor Moreno (PP), «podrían ir a pagar copas y cañas pero este Ayuntamiento no está para pagar copas y cañas a los usuarios de servicios sociales, esto es para paliar la vulnerabilidad de las familias que no llegan a fin de mes».

Estas palabras generaron la protesta de Moreno, quien reiteró su propuesta para que los beneficiarios puedan comprar en cualquier comercio.

Por su parte, Lidia Cáceres (Cs) explicó que hay familias que no entran en el sistema oficial de ayudas, de ahí que criticara que se estén cerrando locales donde se produce reparto de alimento. Al respecto, Vargas indicó que «los locales cerrados no reunían los requisitos para el almacenamiento de alimentos». El concejal de Coalición Canaria David Suárez propuso que se estudiara la posibilidad de que las tarjetas de alimento se puedan emplear también en los mercados municipales.