La Seguridad Social tendrá que rascarse el bolsillo para compensar a los pensionistas por la escalada de la inflación respecto a las previsiones que se marcaron en los Presupuestos Generales del Estado de 2021. Las pensiones subieron un 0,9% a principios de año, pero el Gobierno estima ahora que el indicador se situará finalmente en el entorno del 2,25%. Así que, para cerrar esa desviación y cubrir la pérdida de poder adquisitivo, tendrá que abonar unos 1.900 millones para cubrir esa ‘paguilla’ extraordinaria que se abonará en enero.

Así lo indicó ayer el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, recordando que esta será la última compensación antes de la reforma que ahora se encuentra en tramitación parlamentaria y que establecerá un nuevo mecanismo de revalorización vinculado al comportamiento de los precios del año anterior y no a la estimación de los meses posteriores.

Durante la presentación de la dotación presupuestaria para su Ministerio, Escrivá también confirmó que las pensiones contributivas subirán «algo más del 2%» el próximo año, mientras que el alza de las mínimas y no contributivas será del 3%.

Los Presupuestos del próximo año recogen un gasto récord en pensiones de 171.165 millones de euros, con una transferencia también récord de 36.276 millones. Pese a ello, el ministerio confía en cerrar el déficit de la Seguridad Social en tan solo dos años, gracias a la mejora de los ingresos por cotizaciones sociales con la recuperación económica y la eliminación de los gastos impropios.

Golpe a los autónomos

La presentación de los Presupuestos también escondía una sorpresa negativa para los autónomos, que no han tardado en mostrar su malestar ante la evidencia de que el próximo año tendrán que aportar más a la caja única.

Según denunció ayer el presidente de ATA, Lorenzo Amor, la base máxima de cotización se ha establecido en 4.139,40 euros, y la mínima en 960 euros. Y eso se traduciría en 60 euros más al año para los autónomos y en 76 euros para los societarios. A eso se sumaría un alza de los tipos de cotización del 30,6% al 30,9%, «lo que supondrá un aumento en la cuota de entre 36 y 149 euros anuales para autónomos y entre 44 euros y 149 para societarios», denuncia Amor.

Ayuda infantil

Lejos de esta polémica, Escrivá sí quiso confirmar ayer que antes de que acabe el año se aprobará un complemento de ayuda a la infancia que se incluirá en el Ingreso Mínimo Vital (IMV), para ampliar el anillo de familias beneficiarias. En concreto, ese complemento será de 100 euros por menor si los niños tienen entre 0 y 3 años, de 70 euros para las familias con niños de entre 3 a 6 años y de 50 euros hasta los 18 años.

La OPA (Oferta Pública de Adquisición) del fondo australiano IFM sobre Naturgy se ha quedado a medio gas, después de que solo un 10,83% de los accionistas hayan acudido a la operación, cuyo plazo de adhesión culminó el pasado viernes día 8 a medianoche. En un comunicado remitido a la CNMV, la compañía ha confirmado que se han adherido 105 millones de títulos de la energética, frente al mínimo al que aspiraba el fondo de 164 millones de acciones. El capital que tendrá IFM sobre Naturgy será casi siete puntos inferior al del rango mínimo fijado en la operación en el 17% del capital, con una aspiración máxima del 22,6%.

Tras conocerse el resultado del nivel de adhesión a la OPA parcial, la CNMV suspendió temporalmente la cotización de Naturgy durante una hora. Al regresar al parqué, repuntó hasta un 8%, aunque cerró la sesión con un alza del 4,8%, en los 24 euros, por encima de los 22 euros ofrecidos en la OPA parcial.

A pesar de situarse lejos de sus expectativas, IFM mostró su intención de seguir adelante con la operación. Esto es, desembarcará en Naturgy con algo más del 10%. Pugnará por al menos uno de los sillones del consejo de administración de la energética. Esa representación accionarial se encaja con el 8,5% por cada consejero pactada en el seno de Naturgy.

El fondo considera que el porcentaje alcanzado les convierte «en uno de los principales accionistas de la empresa». Por ello, apoyarán «activamente a Naturgy para contribuir a completar su visión a largo plazo» con un plan industrial «basado en inversiones sostenibles y razonablemente rentables vinculadas a la transición energética»; una «disciplina financiera y de estructura de capital»; y –lo más relevante– una propuesta de dividendo «prudente, en línea con la nueva política de reducción del dividendo incluida en el Plan Estratégico 20212025, o incluso potencialmente un dividendo menor si fuera necesario».

La participación del fondo IFM en Naturgy, autorizada por el Gobierno al ser una firma «estratégica», le convierte en el cuarto mayor accionista, tras la participación de CriteriaCaixa (26,7% del capital) y los fondos CVC y GIP (20% cada uno).