El duelo entre los dos representativos del fútbol canario siempre destapa desde el pitido final del partido de la fecha anterior una botella cargada de ilusión, nerviosismo, rivalidad y emoción entre las plantillas, aficiones y responsables en el día a día de la información de esta cita. En esta ocasión, desde la isla de El Teide, sobre todas las sensaciones previamente descritas, existe un manto de tranquilidad. Una tranquilidad que se apoya en la confianza que deja el equipo tinerfeñista tras nueve jornadas de campeonato. Los blanquiazules suman diecisiete puntos, trece goles a favor y ocho en contra para ocupar la cuarta posición.

El CD Tenerife ha pasado de ser uno de los peores visitantes de LaLiga SmartBank en las últimas temporadas a llegar al derbi canario como el mejor. En cinco partidos lejos del Heliodoro Rodríguez López suma diez puntos, y no ha sido ante rivales sencillos. Las victorias como foráneo ante el Real Valladolid y la SD Huesca han hecho pensar a la plantilla que puede ganar en cualquier escenario, incluso en el recinto de grada amarilla y azul. La confianza dentro de la caseta de El Mundialito durante esta semana está por las nubes, los jugadores saben que en lo que se refiere a individualidades la UD Las Palmas es mejor pero tienen bien claro que a la victoria se llega desde el trabajo en equipo, y ahí los blanquiazules son más fuertes.

Con Sam Shashoua por bandera. Es el primer derbi canario sin Suso Santana desde hace mucho tiempo, pero un pequeño mediapunta inglés cogió la camiseta con el número diez y a partir de ahí, desde la calidad y los goles, se ha convertido en el referente del CD Tenerife. Ganar un derbi canario pasa por no cometer errores, por controlar los pequeños detalles y para ello la tranquilidad es importante, y los tinerfeñistas la tienen.