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Moya despide a Julito, el niño grande.

Fue feliz recorriendo el pueblo en su bicicleta

Moya despidió ayer a uno de sus vecinos más especiales y queridos. Julio Henríquez Pérez, Julito, como era conocido por todo el mundo. Murió la noche del pasado lunes día ocho, pero en este municipio se le seguirá recordando con su eterna compañera, con su bicicleta -casi nunca con todas las piezas intactas-, recorriendo las calles del pueblo, saludando a unos y a otros y con una broma dispuesta para todos.

La noticia fue recibida ayer entre los moyenses con una profunda consternación porque Julito fue ese eterno niño grande que ganaba corazones allí por donde pasaba.

El alcalde de Moya, Raúl Afonso, lamentó ayer este fallecimiento, «una triste noticia puesto que era una persona especial en nuestro pueblo». El regidor norteño lo recuerda «siempre atento a saludarte, a regalarte su sonrisa o sus bromas». Destaca que «Julito era ajeno a clases sociales, condiciones, razas o religiones, a residentes o foráneos». Con todos, añade Afonso, «siempre tenía una buena palabra o un gesto de cariño. Todo lo que nos dio le fue devuelto en vida, y ahora en las horas más tristes volvió a recibir el afecto del pueblo de Moya que llora su muerte».

Afirma el alcalde «créanme cuando les digo que la pena de sus hermanos y del resto de la familia es compartida con los vecinos del pueblo que le vio nacer y dónde él fue feliz, junto a su bicicleta, su fiel compañera, con la que pasó muchas horas y días y recorrió lo largo y ancho del municipio».

Julito es sin duda, parte de la historia de Moya. «Se nos ha ido uno de los nuestros», dice Afonso, que manda un cariñoso mensaje a la familia que está, apunta, «esperanzada en el recuentro con sus padres, Julio y Pinola».

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2022-08-10T07:00:00.0000000Z

2022-08-10T07:00:00.0000000Z

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