Los agentes buscaron documentos oficiales que pudo llevarse de la Casa Blanca

Corresponsal

Donald Trump mintió cuando dijo que el FBI irrumpió en su mansión el martes para hacer «una redada no anunciada». Y es que según fuentes de la cadena NBC, el Buró Federal de Investigación le había presentado la víspera una copia de la orden de registro y lo había coordinado con los servicios secretos que protegen al expresidente. Su abogado estaba allí y los agentes llegaron vestidos de traje para no llamar la atención de los selectos huéspedes del club Mar-a-Lago en Palm Beach (Florida), donde se encuentra su mansión.

Quien desató el escándalo fue el propio Trump, cuando el registro ya llevaba horas procediendo de forma ordenada. «Son tiempos oscuros para nuestra nación. Mi hermosa casa se encuentra actualmente sitiada, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes», señaló en un comunicado que envió a los medios, pues sigue vetado en Twitter por sus bulos. «¡Hasta han irrumpido en mi caja de seguridad!», protestó.

Su testimonio es la única fuente de ello, porque el Departamento de Justicia es hermético sobre una investigación tan sensible. Ni siquiera Trump ha mostrado su copia de la orden de registro, donde se especificarían los motivos de esta inspección policial.

Lo que sí hizo fue apresurarse a utilizar esa «redada» en un correo electrónico de recaudación de fondos que llegó ayer a los buzones de sus seguidores con una invitación a donar y otra llamada velada a las armas. «No era mi casa, era la casa de cada patriota estadounidense que ha estado luchando por este momento desde que bajé en 2015 por las Escaleras Doradas» (de la Torre Trump en Nueva York para anunciar su candidatura). «Necesito que cada Patriota Americano con sangre roja de un paso al frente», convocó. «Esta anarquía, esta persecución política y esta caza de brujas tiene que acabar», añadió.

Los legisladores de su partido ya han respondido a su llamada con la promesa de que cuando ganen la Cámara Baja en las elecciones de noviembre, como apuntan las encuestas, abrirán una investigación al Departamento de Justicia, al que acusan de convertirse en «un arma política de los demócratas». Es la primera vez en la historia que la casa de un expresidente ha sido registrada con orden judicial, aunque ciertamente tampoco ha habido antes ningún mandatario como él.

Investigación de sus negocios

Trump estaba ese día lejos de allí, en Nueva York. Se preparaba para declarar en un tribunal de Manhattan, donde el fiscal Alvin Bragg investiga a su empresa por mentir en las solicitudes de préstamos bancarios para obtener préstamos más favorables. En la misma línea, la fiscal general del Estado, Letitia James, indaga si Trump y sus hijos inflaron el valor de sus propiedades. La vista debió celebrarse el 15 de julio, pero fue pospuesta por el fallecimiento de su exesposa Ivana Trump.

Las distintas fuentes de medios estadounidenses coinciden en que el FBI buscaba en Florida documentos clasificados que el presidente se habría llevado de la Casa Blanca, pero sin más detalles. Solo que el fiscal general Merrick Garland es cauto y antes fue un juez

Un juez federal de Texas anuló ayer su orden de restablecer el programa migratorio del anterior presidente, Donald Trump, también conocido como ‘Quédate en México’, acatando el fallo del Supremo del pasado 30 de junio. De esta manera, el Gobierno de Joe Biden tiene vía libre para poner fin a la medida, cumpliendo así una de sus promesas electorales. El polémico programa, cuyo nombre oficial es Protocolos de Protección a Migrantes, obligaba a los solicitantes de asilo a esperar fuera de EE UU el trámite de sus casos. En total, más de 60.000 migrantes -la mayoría, de Nicaragua, Cuba, Colombia y Venezuelaparticiparon en el programa.

La Justicia anula la política migratoria del exmandatario

moderado e intachable en el Tribunal de Apelaciones de Washington DC. Para que un juez federal del sur de Florida aprobase la orden de registro, el Departamento de Justicia tiene que haber demostrado la causa probable de un delito, que no puede limitarse a las 15 cajas de papeles sensibles que se recuperaron de su mansión en febrero pasado.

Hay otras posibilidades que entusiasman a los críticos de Trump e inflaman aún más los ánimos de sus afines. Las audiencias en el Congreso sobre el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 han demostrado que intentó manipular el sistema electoral para burlar los resultados de los comicios y perpetuarse en el poder, en contra de la voluntad popular. Por ahora no hay cargos contra él, pero por las declaraciones de los testigos de su propio Gobierno podría enfrentarse fácilmente a acusaciones que oscilan desde la conspiración para cometer fraude electoral hasta la sedición.

Trump sobrevivió a un segundo ‘impeachment’ porque su partido decidió que no valía la pena forzar su dimisión a una semana de que abandonara el poder. Sin embargo, el fiscal Garland ha prometido llegar hasta donde sea necesario para depurar responsabilidades. De ser condenado, Trump quedaría inhabilitado para un cargo público. De ahí que tache a los demócratas de «radicales de izquierda» y diga que tras su registro EE UU «se ha convertido en un país del Tercer Mundo».