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El aire puro y la naturaleza son la mejor medicina para nuestros hijos

Marta Rosés

Tener un niño con asma o algún problema respiratorio puede llegar a complicar la cotidianidad de las familias. Sin embargo, la información y la responsabilidad ayudan a normalizar la situación. Así lo aseguran las madres de tres niños que sufren estos problemas de salud y que participan en Respiro en Xarxa, a las que hemos entrevistado.

Habiba Aoulad Si Brahim, Beatriz García y Mari Luz Escandell son madres de niños asmáticos o con varias alergias alimentarias que participan en el programa Respiro en Xarxa. Conversar con ellas es, por ello, una buena oportunidad para comprender y dar a conocer la situación de las familias que se enfrentan al hecho de que sus hijos padezcan problemas respiratorios. Y es que el asma y las cada vez más numerosas alergias no son catalogadas como enfermedades graves pero complican en gran manera la vida cotidiana y el proceso de crecimiento tanto físico como cognitivo de nuestros hijos e hijas.

Estas tres madres saben muy bien lo que es tener que salir corriendo a media noche de su casa hacia el servicio de urgencias de los hospitales y vivir siempre con el miedo de que aparezca alguna crisis de asma sin previo aviso. “Darte cuenta de que tus pequeños sufren y de que se cansan fácilmente, y que, durante un ataque de asma digan que se mueren por falta de aire, es muy duro”, nos reconoce Mari Luz. Su hijo Yassin nos explica, tuvo una bronquitis a los meses de nacer que le provocó asma: “Le diagnosticaron asma bronquial y lo trataron dándole aire a los pulmones. A medida que fue creciendo ya no necesitó tanto aire, pero hasta los seis años, y ahora tiene ocho, tuvo muchas crisis y yo, como madre, estaba desesperada porque parecía que la única solución eran los dilatadores de pulmones que no son otra cosa que cortisona y que generan nerviosismo y mucha hiperactividad. Además, hasta los cinco años fue alérgico a casi todo”.

Beatriz nos dice, con una cierta tristeza, que su hijo Kevin nació sin ningún problema de salud pero, al año de vida, cogió una neumonía con bronquitis y, con tres años, los médicos se dieron cuenta de que había perdido un 8% de audición. Lo operaron de las vegetaciones y las amígdalas, y vieron que tenía el paladar pequeño. “Él se siente diferente porque sus alergias y su débil sistema respiratorio lo fatigan y no le permiten hacer lo mismo que sus compañeros de colegio”, explica. Por su parte, Habiba, madre de trillizos de once años, recuerda que su hijo Youssef ya era alérgico a la leche y al huevo de recién nacido, lo que provocó muchos sustos en casa. “Casi cada año teníamos que ingresarlo en el hospital. Ya ni me acuerdo del número de noches que he pasado en vela a su lado. Ahora está mucho mejor gracias al programa Respiro en Xarxa. También mi hija Nora es alérgica a los ácaros y a los animales de compañía. Yo misma, cuando llega la primavera, siento picores, tengo tos y rojeces en los ojos. Por suerte, mi otra hija Aida está bien”, detalla.

Las tres reconocen que, antes de nacer sus hijos, no sabían mucho de estas enfermedades pero, poco después, nombres como salbutamol, Ventolin y Xenical pasaron a formar parte de sus vidas ya que sus niños y niñas los han

utilizado en mayor o menor medida. La realidad es que ellas han tenido que aprender qué son estas enfermedades, qué consecuencias tienen y qué es lo que deben hacer para cuidar a sus hijos. Cuando les pregunto qué les ha significado a nivel personal esta problemática, las tres responden lo mismo: pasar mucho tiempo en el hospital y una profunda tristeza.

Quizá por ello, cuando hace tres años la Fundació Roger Torné presentó el programa Respiro en Xarxa a través de las entidades del barrio del Raval de Barcelona Drassanes y Joan Salvador Gavina, y ofreció la posibilidad de que los niños y niñas de entre seis y doce años, con o sin problemas respiratorios, pudieran participar en él, ninguna de ellas lo dudó y apuntaron a sus pequeños. A Mari Luz le brillan los ojos cuando dice que Yassin está más tranquilo desde que va al programa y, lo que es muy importante, al año de participar se le pudo quitar la medicación. “El contacto con la naturaleza influye muy positivamente en los niños pero el programa Respiro en Xarxa es mucho más que eso, tanto por el trato de todo el equipo hacia los niños y las familias como por las actividades que se realizan, que les ayudan en el autoconocimiento y control de su cuerpo porque las agresiones del entorno cada vez influyen más en la salud”, asegura.

Habiba, además, no sólo está muy contenta porque Youssef ya no tiene crisis sino que también está muy sorprendida porque, el día antes de cada salida, sus trillizos están contentos e ilusionados, aunque este año están también un poco preocupados porque saben que el próximo será el último en el que puedan asistir al programa porque ya tendrán doce años. También Beatriz esta gratamente sorprendida del cambio que ha experimentado su hijo Kevin: “No se constipa tanto, ha madurado y ha descubierto que la naturaleza le gusta mucho y disfruta cuando se encuentra en ella. Además, por mi parte estoy muy agradecida a la Fundació Roger Torné porque me ha aportado seguridad”.

Otro de los aspectos que estas madres resaltan del programa Respiro en Xarxa es su equipo humano. Aseguran que no solamente trabajan con los niños sino que también lo hacen con las familias dándoles información sin ser alarmistas, así como también enseñándoles los buenos hábitos que van introduciendo a los niños en las jornadas del programa. Un ejemplo de ello son las técnicas del lavado de nariz que también se han enseñado a las familias para que, de esta forma, los niños puedan mantener la higiene en casa y consolidar un hábito que es tan importante para la salud respiratoria de sus hijos e hijas. Además, aseguran que también se ha generado una corriente de colaboración y solidaridad entre las madres de los niños y niñas que participan en el programa que ha culminado con la creación de un grupo de whatsapp con el que están en contacto y del que están muy orgullosas.

Como colofón de nuestra conversación, les sugiero que, desde su propia experiencia, propongan algún consejo a las familias con hijos con los mismos problemas que los suyos que pueda favorecer su calidad de vida. La respuesta de las tres es parecida y puede resumirse en estar en contacto con la naturaleza y el aire puro tanto como se pueda, tomar duchas de forma cotidiana ya que el agua y el vapor son muy beneficiosos, pasear cerca del mar y, en verano, ir a la playa a bañarse. También creen que es muy importante una higiene metódica y diaria de la nariz, así como acostumbrar a los niños a beber infusiones naturales relajantes porque los dilatadores de pulmón que están obligados a tomar los vuelven más nerviosos. Y, cómo no, mucho cariño y paciencia.

Se ha generado una corriente de colaboración y solidaridad entre las madres de los niños y niñas que participan en el programa

CUADERNOS DEL AIRE

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2015-05-28T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/281827167365521

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