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La marcha atópica y el asma

Carmen Rosa Rodríguez

Las enfermedades atópicas son un conjunto de trastornos alérgicos a determinados alimentos y en algunas ocasiones son terreno abonado para nuevas sensibilizaciones. La rinitis alérgica, que puede considerarse un factor de riesgo para desarrollar asma con posterioridad, es una de ellas.

Sus manifestaciones son consecuencia de la alergia por alimentos y pueden ser terreno abonado para la aparición de nuevas sensibilizaciones

En medicina se emplea el término "atopía" para referirse al tipo de mecanismo inmunitario que presentan las enfermedades atópicas, que constituyen un grupo de trastornos alérgicos mediados por el efecto y acción de anticuerpos IGE sobre las células. Por ello, cuando usamos el termino de marcha atópica, estamos describiendo la diferente evolución que pueden seguir los niños con sensibilización alérgica, según la edad a la que inicien los síntomas y las diferentes enfermedades que pueden presentar a lo largo de su vida.

La atopía puede presentarse ya durante los primeros meses de vida. Generalmente sus manifestaciones son consecuencia de la alergia por alimentos y, si bien por norma general suelen terminar desapareciendo, no debemos olvidar que pueden ser terreno abonado para la aparición de nuevas sensibilizaciones. De hecho, hay que tener presente que la evolución natural de una alergia alimentaria es la regresión espontánea, sobre todo la de aquellos alimentos cuya sensibilización tiene lugar en edades tempranas.

Así, por ejemplo, en el caso de la alergia a las proteínas de leche de vaca, lo habitual es que se terminen tolerando antes de los dos años de vida; en raras excepciones esta intolerancia se mantiene de por vida.

Situaciones similares las observamos en caso de alergia a la carne y al huevo, sobre todo si las manifestaciones alérgicas se producen antes de los seis meses de edad. En la alergia al pescado, algunas leguminosas y frutos secos como el cacahuete, la regresión es mucho menos probable. No obstante, cuanto más precoz sea el diagnóstico, mayores serán las posibilidades de poder reintroducir el alimento sin correr riesgos.

Los síntomas tienen una manera muy frecuente de presentarse: la dermatitis atópica. La edad a la que esta aparece suele ser precoz: un 60% de los casos son diagnosticados antes del año de edad, y en torno al 85% debutan antes de los cinco años. La prevalencia en la población general es difícil de precisar, pero se calcula que en los países desarrollados entre el 15 y el 30% de los niños sufre esta enfermedad.

Existen datos que sugieren una tendencia familiar a padecer este tipo de enfermedades, de tal forma que la prevalencia de la dermatitis atópica en niños con familiares de primer y segundo grado afectados puede llegar a ser del 39 y del 19%, respectivamente. Todo ello es indicativo de una marcada predisposición genética sobre la que actúan factores ambientales que modulan el desarrollo de la enfermedad.

El clima también puede influir de manera directa. En un trabajo publicado recientemente, se observó que, en las zonas de España con un clima más frío —la continental y la zona del Cantábrico—, los brotes fueron más frecuentes que en las zonas más cálidas, es decir, las zonas del Levante y el Suroeste peninsular.

Los estudios que se han hecho sobre la dermatitis atópica y su evolución señalan, entre otros, que en los primeros años de vida se observa una mayor prevalencia de sus síntomas que de rinitis o asma. La dermatitis atópica suele tender a la curación o la mejoría en la mayoría de los casos, mientras que, con el paso de los años, aumenta la prevalencia de asma o rinitis alérgica. De esta manera, parece que la dermatitis atópica en la infancia precoz podría ser un factor de riesgo para el desarrollo del asma y la rinitis, ya que en muchos casos la clínica cutánea precede al inicio de las manifestaciones asmáticas.

Sin embargo, la teoría de la marcha atópica y su evolución ha sido criticada por algunos autores, que consideran que la progresión no es exactamente la misma en todos los pacientes.

La rinitis es parte de la llamada "marcha alérgica" durante la infancia y habitualmente se asocia al asma al existir un gran parecido entre la mucosa nasal y la bronquial

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2015-05-28T07:00:00.0000000Z

2015-05-28T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/282140699978129

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