El Gobierno de Chile, presidido por Gabriel Boric, presentó ayer una nueva reforma tributaria con la que pretende recaudar un 4,1% del Producto Interior Bruto (PIB) del país con la inclusión de un royalty a la minería, un impuesto a la riqueza y otros cambios tributarios, entre los que se incluye una reforma de algunas exenciones tributarias. El documento, que será discutido la próxima semana en el Congreso, propone un impuesto a la riqueza de hasta un 1,8% al cual quedan sujetos los chilenos con un patrimonio, tanto en Chile como en el extranjero, que exceda de los 5 millones de dólares.

En lo que respecta al royalty de la minería, será de carácter híbrido, combinará un componente sobre las ventas que oscilará en tasas efectivas de entre el 1% y el 2% para los productores de entre 50.000 y 200.000 toneladas métricas de cobre fino, y de entre 1% y el 4% para los que superen las 200.000 toneladas métricas. El segundo componente se refiere a la renta minera, con tasas de entre el 2% y el 32% sobre la rentabilidad operativa, para precios del cobre entre dos cinco dólares la libra. Las tasas serán crecientes a medida que aumenta el precio del cobre, por lo que el impuesto crecerá a medida que aumentan las rentas económicas en el sector.

Las líneas maestras del proyecto en términos de impuestos a personas y empresas pasan, en primera instancia, por aumentar las tasas marginales de las personas que perciben ingresos mensuales superior a los cuatro millones de pesos chilenos, algo más de 4.100 euros al cambio actual. Asimismo, la tasa marginal máxima se establecerá en el 43 por ciento.