DIARIO DE AVISOS

Con motivo del Día Internacional contra el Cáncer, que se celebra el próximo sábado, la sede central de Cajasiete acogió la jornada El cáncer en primera persona, coorganizada por la entidad financiera, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y la Fundación Canaria Carrera por la Vida, que puso en valor buenas prácticas que realizaron empresas que tuvieron trabajadoras afectadas por la enfermedad, que colaboran con entidades que trabajan en este ámbito, y la búsqueda de alternativas a una realidad compleja.

El cáncer es la segunda causa de muerte en Europa. En Canarias

cada año se diagnostican 12.000 nuevos casos y 285.530 a nivel nacional. Esta enfermedad se combate con la investigación, por un lado, pero también con la aportación individual y cambiando nuestros hábitos de vida.

Además, la patología se padece de forma muy diferente dependiendo de la situación socioeconómica de la persona que la sufre. Desgraciadamente, al daño que provoca soportar la enfermedad y afrontar su tratamiento, se une el impacto negativo en la economía de las familias y el estado emocional.

Las asociaciones de pacientes y familiares con cáncer solicitaron a las empresas un mayor compromiso social hacia los afectados. Casi un 40% de los

diagnósticos de cáncer se producen en personas en edad laboral y el 35% de las mujeres que lo padecen pierden su empleo, al abordar durante algún tiempo tratamientos o tener secuelas que las incapacitan para desempañar el puesto que estaban desempeñando o, directamente, no son contratadas a causa de la enfermedad.

VIVENCIAS

Tras las intervenciones de Andrés Orozco, presidente de la AECC en Santa Cruz de Tenerife, y de Brigitte Gypen, presidenta de la Fundación Canaria Carrera por la Vida, la jornada contó con el testimonio de Herminia Tacoronte, que narró su vivencia para encontrar un empleo. Señaló que muchos le decían que “me pusiera peluca para conseguir un trabajo”. Y tras cuatro años buscando, y diez empresas después, la aceptaron en un empleo de cara al público. “Me proporcionaron el uniforme y, dos días antes de comenzar, su nuevo jefe la citó para preguntarle si se había mirado al espejo y si me veía capacitada para trabajar ante tantas personas sin pelo”. No dio crédito. “Me armé de valor y le dije: ‘Sí, llevo cuatro años mirándome al espejo y veo una mujer luchadora con ganas de comerse el mundo. Le voy a decir cómo le veo yo: una persona sin escrúpulos ni sentimientos”.

Por su parte, Bernardo Díaz, coordinador de formación en el Icasel, narró sus vivencias positivas con su esposa Mari Carmen, paciente de cáncer y que “estuvo ocho años como autónoma para aceptar su enfermedad”. “De los 25 años que estuve casado con ella, esos ocho años no los cambio por nada, porque me enseñaron a convertir los problemas en oportunidades”, destacó Díaz.

Finalmente, se desarrolló un debate que contó con los expertos Maite Salazar, Sergio Carballo, Montserrat Pereira y Pablo Segado, y que fue moderado por Daniela Postiglione.