Cambio político en el Ayuntamiento de Valencia. El PP recupera la ciudad que gobernó durante 24 años Rita Barberá. María José Catalá, la candidata que ha concurrido a las elecciones embarazada de 8 meses, se convertirá en la nueva alcaldesa de la capital del Turia tras la victoria obtenida este 28 de mayo, que pone fin a ocho años de gobierno de coalición liderados por Joan Ribó (Compromís).

Con el 98% escrutado, el PP alcanza un total de 13 concejales, que junto a los cuatro de Vox suman los 17 necesarios para arrebatar a la izquierda el consistorio. La victoria es por la mínima. La izquierda se queda a uno. Compromís obtiene solo nueve y el PSPV-PSOE, siete. El resultado deja fuera del pleno municipal tanto a Podemos (Unides PODEM-EUPV) como a Ciudadanos.

El todavía alcalde de Valencia, Joan Ribó, atribuyó el cambio a “una gran ola de color azul” en toda la autonomía. La misma, en efecto, lo arrasó todo este domingo en los grandes ayuntamientos valencianos. El PP, con el apoyo de Vox, recupera también las ciudades de Castellón y Elche, y mantiene la Alcaldía de Alicante.

El bloque del centro-derecha, con estos resultados, suma un edil más que en 2015 y 2019, cuando perdió las elecciones municipales de Valencia por la mínima. Hace cuatro años Compromís logró 10, y el PSPV-PSOE, siete. El PP cosechó ocho; Ciudadanos, seis, y Vox, dos.

La de Ribó es la caída de uno de los llamados alcaldes del cambio que accedieron al poder municipal en 2015. Su gestión ha sido controvertida.

Xavier Trias ha ganado las elecciones municipales en Barcelona y desbanca a Ada Colau, la candidata de los comunes y actual alcaldesa desde 2015. La operación Biden, como le llamaron en el seno del grupo municipal de Jxcat, ha tenido éxito. Su candidatura se ha impuesto con 11 concejales, por diez regidores del PSC y nueve de los comunes de Colau.

El veterano dirigente de Convergència se ha impuesto, con una campaña en la que ha lanzado pocos mensajes. Le bastaba la idea de “echar a Colau”, del Ayuntamiento de Barcelona. Se trata de un viaje de ida y vuelta. En 2015, fue Colau la que dejó en la estacada a Trias. Ahora es él quien finiquita el mandato de la líder de los comunes y uno de los referentes de la izquierda española, socia de Yolanda Díaz en la aventura que ha puesto en marcha la vicepresidenta del Gobierno, Sumar.

Pero Trias no tiene asegurada la alcaldía de Barcelona. A pesar de las afirmaciones que se suelen ofrecer en las campañas electorales, sobre qué harán los candidatos si no logran la victoria, el socialista Jaume Collboni tiene en su mano una suma alternativa para ser él el alcalde de la capital catalana.

Los números han sido caprichosos. Trias logra once concejales, por los diez del PSC de Jaume Collboni, los nueve de los comunes y cinco regidores de ERC. El PP suma cuatro regidores y Vox se estrena en el consistorio con dos concejales. La suma necesaria para ser alcalde es 21. Pero Trias dijo ayer que ya “en su día expliqué que me presentaba para ganar las elecciones”.

El gran derrotado de la noche electoral, además de Colau, es Ernest Maragall, que hace solo

Europa Press unos meses aparecía como el gran favorito para la alcaldía. Pero la irrupción de Trias lo cambió todo. Ahora, los republicanos deberán tomar una decisión: o permiten la alcaldía de Trias, -votándose a sí mismos- o buscan esa alternativa que les podría brindar Collboni. Los comunes deberán también tomar un nuevo camino, ya sin Colau. ¿Querrán mantenerse en el gobierno municipal, o en la oposición con Trias de alcalde?

Todo se ha movido de forma drástica en Barcelona con la victoria de Xavier Trias. Para Jxcat se trata de un auténtico salvavidas, pero con un mensaje claro: