En el mejor momento de los últimos años para la derecha en las encuestas de intención de voto, el Partido Popular y Vox llevan tres días enzarzados en una batalla fratricida que nadie sabe cómo puede acabar. La declaración en la Asamblea de Ceuta como persona non grata a Santiago Abascal ha hecho saltar por los aires las relaciones entre ambos partidos después de que el presidente de la ciudad autónoma, el popular Juan José Vivas, se abstuviera en la votación. Su posición fue determinante para que saliera adelante la propuesta del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) y, por ello, tendrá consecuencias en el resto de ayuntamientos y asambleas autonómicas si no hay una rectificación de los populares, según advirtió ayer el vicepresidente primero de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé.

Para el dirigente derechista, que ejerce de portavoz nacional cada lunes en la sede del partido, el PP es «el cooperador necesario de la estrategia de demonización y deshumanización» de Vox, por lo que su formación da por rotas las relaciones con Génova. Y eso que los de Abascal consideran que los votantes del PP no están de acuerdo la actitud del líder popular, Pablo Casado, quien arrancó las hostiles con «un discurso infame» en la moción de censura que Vox presentó el pasado año contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

«Quienes han roto han sido ellos -apuntó Buxadé en referencia a los populares-, con ese voto en Ceuta. Simplemente constatamos que al no haber rectificado desde la votación el pasado viernes serán ellos los que tendrán que reparar el daño y satisfacer a la víctima». En este sentido, advirtió que «o el PP desautoriza y repara el daño» o no van a seguir ayudándole en los parlamentos y ayuntamientos a sacar sus iniciativas adelante, ya que lo ocurrido en la Ciudad Autónoma «constituye una llamada indirecta y pone en el foco de la violencia» a sus cargos, militantes y simpatizantes.

«SIN CORDONES SANITARIOS». Mientras, desde la dirección nacional del PP remarcaron, como respuesta a la ruptura de relaciones anunciada por Vox, que su «adversario político» es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y que rechaza «los cordones sanitarios» como forma de hacer política.

Asimismo, los populares recuerdan que «todas las encuestas» apuntan a que, ahora mismo, el partido de Casado ganaría las elecciones generales, por lo que enfatizan que van a seguir trabajando para «consolidar la alternativa al desgobierno de Sánchez», centrándose «en los problemas que realmente preocupan a los españoles», que, a su juicio, «no son los señalamientos entre siglas».