El Gobierno está dispuesto a apuntalar la recuperación económica de 2022, cuando espera recuperar los niveles de PIB prepandémicos, con unos nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) aún más expansivos que los de este ejercicio, que ya fueron los más cuantiosos de la Historia. Como primer paso, el Consejo de Ministros prevé aprobar hoy un nuevo techo de gasto que supere al de 2021 y eso a pesar del progresivo descenso de la factura asociada a la COVID-19.

El Ejecutivo da por hecho que los PGE recogerán la llegada de nuevas partidas de los fondos europeos, una cifra que alcanza los 75.000 millones para estos tres años, según indicaron ayer fuentes del Ministerio de Hacienda.

En octubre del año pasado el Consejo de Ministros aprobó el límite de gasto no financiero del Presupuesto para 2021, que aumentó un 53,7 por ciento, hasta los 196.097 millones, incluyendo transferencias extraordinarias a las comunidades y Seguridad Social para hacer frente a la pandemia y unos 26.000 millones de los fondos europeos.

De cara al próximo año, el Gabinete de Sánchez aún no ha desvelado los fondos que recibirá de la UE, pero si este año se aproximan a los 20.000 millones y la estimación es recibir 75.000 millones entre 2021 y 2023, el monto total no será inferior a los 20.000 millones, eso sí, condicionados a que España vaya cumpliendo los hitos pactados con Bruselas.

Al igual que en 2020 y 2021, la Comisión Europea ha propuesto que las reglas que limitan el déficit y la deuda de los Estados sigan suspendidas en 2022 y vuelvan a reactivarse en 2023, una vez que las economías hayan recuperado su nivel de PIB anterior a la crisis sanitaria.

A pesar de la suspensión de las reglas fiscales, el Gobierno asegura que, a medida que las condiciones lo permitan, la política presupuestaria se reorientará hacia posiciones fiscales «más prudentes».

SIN UTILIDAD. No obstante, el popular consideró que «poco se puede esperar» de esta reunión de representantes autonómicos, porque no se han celebrado las reuniones preparatorias a las que alude su reglamento.

Por ello, se preguntó «qué sentido tiene» escuchar los discursos de los representantes sin haber tenido un debate previo, en un formato de encuentro que es «muy poco operativo y ejecutivo».

«Cuando uno va al Consejo de Europa siempre hay reuniones preparatorias donde los equipos técnicos debaten los asuntos que se van a tratar», criticó Almeida a Sánchez.