El Parlamento francés aprobó ayer el uso del certificado sanitario como una de las principales medidas para luchar contra la pandemia de coronavirus a pesar de las protestas registradas durante el pasado fin de semana en varios puntos del país.

Con 156 votos a favor, 60 en contra y 14 abstenciones, la medida salió adelante, tal y como informó el diario Le Figaro. Así, las nuevas restricciones, que incluyen la obligatoriedad de la vacunación para determinados sectores, como el sanitario, fue aprobada después de unas manifestaciones que se saldaroncon decenas de detenidos.

El presidente galo, Emmanuel Macron, anunció la semana pasada que el certificado -que debe incluir la vacunación con la pauta completa o el resultado de test negativos- será necesario para que los franceses puedan acudir, por ejemplo, a cines o clubs nocturnos.

La intención del Gobierno es hacer de la inmunización la piedra angular de la lucha contra la COVID-19 a mediad que se registran nuevas variantes del virus. Si bien, las modificaciones han sido introducidas por decreto, el Parlamento se ha visto inmerso en una sesión maratoniana desde el pasado martes para debatir la extensión de las medidas actuales.