Durante ocho años, Belén Jiménez Martínez (Antequera, 1969) fue teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Antequera. Licenciada en Farmacia y Ciencia y Tecnología de los Alimentos, desde hace dos años es directora-gerente del área sanitaria La Vega de la comarca de Antequera y de su hospital.

Le ha tocado gestionar la sanidad en el peor momento y dentro de lo malo destaca que ha conseguido la inversión de siete millones de euros en la comarca. La última gestión: reabrir once años después, el punto de urgencias en el casco urbano, con la recuperación además de la reforma del primitivo centro de salud. Hasta ahora, todas las urgencias la centraliza el hospital y sólo hay un centro de salud para toda la vecindad.

–De ser teniente de alcalde de Turismo a dirigir su hospital...

–La noche y el día; ahora me encargo del turismo de salud.

–¿Qué sigue pasando con el virus?

–En verano la gente sale, hay más contacto con los familiares y amigos y la cepa es más contagiosa. Los jóvenes que no se hayan vacunado aún o los negacionistas, son la gente que se está infectando en estos momentos.

–¿Se niegan muchos a vacunarse en su área sanitaria?

–No hay muchos, pero los hay.

–Ya sea por ese o por otro motivo, hay una gran respuesta en las dos vacunaciones con Janssen sin cita previa.

–En la primera fueron setecientas personas y en la segunda han sido doscientas.

–Ser gerente de un hospital y de un área sanitaria, un cargo político y sanitario...

–Yo me debo a los ciudadanos, en este caso a los usuarios del área sanitaria. Es evidente que mi cargo es de gestión y que me debo a unos jefes de la Consejería de Salud y Familias, pero que yo defiendo mi territorio, gestionando los recursos que tengo.

–Ser y vivir en Antequera al frente de su hospital y área, ¿es una ventaja o un inconveniente?

–Es superpositivo, lo tengo muy claro. Lo digo porque la gente me para, me cuentan, me consultan y me hacen ver las cosas que no funcionan y te da capacidad de mejora.

–¿Qué le piden los pueblos?

–Mejorar porque la demanda cambia, hay consultorios que son pequeños, que no tenían que estar donde están. Salvo las cabeceras, el resto de consultorios están en edificios municipales y las posibilidades son las que son.

–El hospital centra su cargo, pero la atención primaria es la más demandada y necesitada para mejorar.

–Por supuesto, es que forma la entrada al sistema de salud. Los médicos de familia son fundamentales, son quienes te conocen y luego te derivan a un especialista. Son nuestros especialistas integrales.

–La política en todo, incluso en la sanidad.

–Yo entiendo que cada uno tenga un trabajo y deba pelear, por ejemplo desde la oposición. Las cosas se demuestran andando y los resultados de estos dos años están ahí. Cuando las cosas no se ejecutan, no es por voluntad, será por falta de apoyos desde arriba o lo que sea. Por mi parte, estoy superorgullosa de la Junta de Andalucía de hoy que con su consejería me apoya en todo lo que necesitamos.

–¿Cómo está el hospital comarcal?

–En estos veinte años se ha mantenido, pero las cosas cambian. En digestivo, por ejemplo, hemos mejorado y ahora se acoge el cáncer de colon, algo que no tenía hasta ahora cabida.

–¿Verano con cierres de camas y disminución de especialistas?

–Como desde que empecé, el centro de salud está abierto por la tarde hasta las ocho (cuando llegué lo cerraban a las tres). Y en el hospital no se cierra nada. Cuando dicen que lo hacemos, invito a quien quiera que, dentro de las medidas de la pandemia, compruebe que está todo abierto.

–¿Se ha reducido el uso de urgencias como al inicio de la pandemia?

–No, hemos vuelto a los mismos números de antes con una media de doscientas urgencias al día. Hay muchas que son menos graves, pero al ser el único punto, es lo que hay.

–De ahí a lo de reabrir el punto de urgencias en el centro.

–Es uno de los objetivos. Yo no conozco un municipio medio de Andalucía que no tenga unas urgencias en el casco urbano.

–¿Cómo se llegó a cerrar?

–Es cuestión de voluntades. Si cierras uno y te trasladas a otro donde el edificio no te posibilita físicamente un punto de urgencias y luego no reformas y reabres el anterior...

–Algo que no sepamos de la pandemia...

–Ya dije que la mascarilla habrá que usarla hasta que no se alcance la inmunidad de rebaño. Es la mayor herramienta para evitar el virus.

–Hablemos de vacunas.

–Tendríamos que haber tenido cantidades ingentes en su momento.

–Volvemos al principio, ¿se puede hacer turismo?

–Por supuesto, como todo en la vida y en esta pandemia. Tienes que planificarlas con precaución y con tu grupo burbuja. Pero si luego no cumples las recomendaciones...

–Algo de optimismo por parte de una responsable sanitaria.

–El final llegará; mientras, hay que adaptarse a ella y cumplir las normas.

–¿Habrá que vacunarse de nuevo?

–Dependerá de cómo transcurran los contagios y las reinfecciones. Creo que serán vacunaciones de recuerdo.

–¿Cómo desconectar?

–Hay que vivir y aprovechar lo que puedas estar con tu familia que es lo que voy a buscar.

Los médicos de familia «son nuestros especialistas integrales»