SEVILLA. Vox ha vuelto a tensar la cuerda en su relación con el Gobierno andaluz del PP y Cs al que sostiene desde el Parlamento y ha amenazado de nuevo con retirarle su necesario apoyo después de que el PP facilitara con su abstención la declaración de ‘persona non grata’ en Ceuta de su líder nacional, Santiago Abascal, junto a la reciente aprobación de la nueva estrategia para la inmigración por parte del Ejecutivo autonómico, con la que tampoco están de acuerdo.

El vicepresidente del Comité de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, dio ayer por rotas las relaciones con el PP por considerarle «cooperador necesario» para que su líder fuera reprobado por la Ciudad Autónoma de Ceuta, cuyo presidente, el popular Juan Jesús Vivas, justificara su postura de no votar en contra de esta iniciativa.

Buxadé exigió al PP una rectificación inmediata de su «errónea» decisión y la desautorización de su presidente de Ceuta, ya que, de lo contrario, «no van a poder seguir reclamando ayuda a Vox para sus propuestas en ayuntamientos o asambleas autonómicas», advirtió.

El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, defendió su decisión como «responsable» frente al «riesgo para la convivencia e incendiar Ceuta y dividir a ceutíes en la defensa de nuestra españolidad», en alusión a la postura de Vox en los incidentes tras la llegada masiva de inmigrantes.

Desde las filas andaluzas de Vox vislumbran un escenario complicado para las relaciones con el PP-A y el Ejecutivo de Juanma Moreno a corto plazo a las puertas de la negociación de un nuevo presupuesto, puesto que sostienen que a lo sucedido en Ceuta se suma también la reciente aprobación por parte del Consejo de Gobierno de la nueva ‘Estrategia Andaluza para la Inmigración 2021-2025’, una iniciativa que rechazan y que está en contra de los posiciones que vienen defendiendo.