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Armin Laschet, el candidato de la indefinición y los tropezones

JUAN CARLOS BARRENA

No es la primera vez que una carcajada inoportuna tiene consecuencias fatales. En el caso del candidato conservador a la Cancillería Federal, el primer ministro del populoso estado de Renania del NorteWestfalia, Armin Laschet, le ha valido una lluvia de críticas y un aparatoso bajón de popularidad que amenaza incluso la cantada victoria en las legislativas alemanas del 26 de septiembre de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido que preside desde mediados de enero pasado. A Laschet, que aspira a suceder al frente del Ejecutivo alemán a su admirada correligionaria Angela Merkel, después de 16 años consecutivos en el poder, se le ha atragantado la risotada que soltó cuando el presidente federal, Frank Walter Steinmeier, se dirigía a las víctimas de las inundaciones y riadas en su región, donde fallecieron la cuarta parte de los 200 muertos registrados en Alemania durante el inusual siniestro natural.

Laschet se encontraba en ese momento unos 20 metros detrás de él y no pudo escucharle. Pero algo jocoso debió comentar con su portavoz de prensa Christian Wiermer, el regidor del distrito de Rhein-Erft, Frank Rock, y el diputado regional Gregor Golland para lanzar una risotada, que, mala suerte, fue registrada por las cámaras de televisión. Y todo el país pudo ver que, mientras Steinmeier expresaba sus condolencias a las familias de los muertos, Laschet se partía el eje a sus espaldas a cuenta, según se presume, de un chiste, aunque éste es guardado en el máximo de los secretos. De nada le ha valido pedir disculpas incontables veces por el desliz.

Desde entonces su popularidad y la de la CDU han entrado en barrena. Lo confirman todos los sondeos llevados a cabo posteriormente. Por primera vez desde hace muchos meses los partidos de la Unión, la CDU y su hermana bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), caen por debajo del 30% en intención de voto. En la última encuesta del instituto demoscópico Forsa hasta un 26%.

Un bajón que beneficia a sus más inmediatos rivales. Los Verdes han vuelto a superar la cota de los 20 puntos y con un 21% de sufragios potenciales se sitúan a solo 5 de la Unión. El Partido Socialdemócrata sumaría un 15%, los liberales (FDP) un 13%, La Izquierda un 7% y los ultranacionalistas de la Alternativa para Alemania (AfD) un 10%. El mismo sondeo derriba al presidente de la CDU como favorito de los alemanes a la jefatura del gobierno alemán. Una

El aspirante favorito a suceder a Angela Merkel pone en peligro su victoria electoral con sus continuas meteduras de pata y actitud evasiva ante los medios de comunicación

Laschet es duramente criticado por su deficiente gestión de la catástrofe provocada por las inundaciones en su región

caída en picado del primer al tercer lugar. Lidera ahora la clasificación la candidata de Los Verdes, Annalena Baerbock, por delante del aspirante socialdemócrata y titular de Finanzas, Olaf Scholz.

La risotada ha sido la gota que ha colmado el vaso. Laschet lleva ya semanas sumando tropezones aparatosos que no han hecho sino dañar su imagen. Recientemente violó el consenso de todos los partidos para aislar a los populistas y racistas de AfD al admitir públicamente que coincidía con ellos a la hora de poner en duda algunas opiniones científicas en la pandemia de coronavirus. Tampoco ha sido capaz de meter en vereda a un candidato de su partido a diputado en el Bundestag cuyas divagaciones políticas son más cercanas a los ultranacionalistas que a las de la Unión. Cuando el exjefe de los servicios de inteligencia interiores de Alemania HansGeorg Maassen propuso controlar a los periodistas de los medios públicos en un arrebato de autoritarismo, Laschet calló como un muerto.

Ridiculizado por algunos medios como caricatura masculina de Merkel, a la que imita sin éxito a la hora de evitar declaraciones comprometidas o valoraciones que puedan asustar a una parte del electorado, Laschet es además duramente criticado por su deficiente gestión de las medidas para afrontar la catástrofe de las inundaciones y riadas en su región, una de las más afectadas por el siniestro natural. Pero también por sus vaguedades a la hora de plantear propuestas para hacer frente al cambio climático, un tema que se ha convertido en crucial en estos comicios a la vista de las lluvias torrenciales y riadas que han asolado una buena parte del occidente del país. Algo que da alas a Los Verdes.

La decisión, en dos meses

A 60 días de los comicios, Laschet y la Unión se resignan ya a un modesto resultado electoral. Sobre todo porque los electores no son capaces de reconocer un perfil definido del primer ministro regional. Un estudio realizado por Forsa, la Universidad Hohenheim y el instituto IFO revela que da igual las cualidades del candidato que se consulten a los votantes, Laschet siempre queda el último de la lista. Solo un 17% lo encuentra simpático, mientras Baerbock y Scholz alcanzan ambos un 33%.

Al aspirante de la Unión lo encuentran «resuelto y con capacidad de decisión» un 13%, mientras un 29% lo piensa de su rival socialdemócrata y un 27% de la candidata de Los Verdes. Tan solo un 10% opina que Laschet «tiene un buen concepto para el futuro de Alemania», frente al 25% de respaldo par Baerbock y el 18% para Scholz. Y lo mismo sucede a la hora de «reconocer los problemas a tiempo». Solo un 9% estima que el aspirante de CDU/CSU tiene esa cualidad.

«Armin Laschet no conseguirá tantos votos como Angela Merkel. No es para el electorado el caballo de tiro de la CDU», afirma Frank Brettschneider, politólogo de la Universidad Hohenheim, quien aconseja a los conservadores evitar una campaña electoral personal y centrarse en los temas a debate. Algo sumamente complicado con un candidato que evita a toda costa comprometerse, da igual la cuestión, se escurre como puede en las entrevistas y defiende un programa electoral sumamente indefinido e inconcreto.

DOMINGO

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2021-08-01T07:00:00.0000000Z

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