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Solo 5.000 vascos entre los 1,4 millones de vacunados al completo se han infectado

Esos contagiados presentan una sintomatología más leve y están menos tiempo en el hospital

SILVIA OSORIO

Los datos demuestran que las vacunas son eficaces contra el covid. Solo el 0,34% de quienes han recibido las dos dosis de Pfizer, Moderna o AstraZeneca en Euskadi han sido infectados por el virus. La cifra asciende al 1,25% en el caso de los inoculados con una inyección de Janssen.

La quinta ola, auspiciada por la variante Delta, ha arrojado un reguero insólito de contagios cuando menos se pensaba y, por eso, también ha sembrado cierta incertidumbre sobre la eficacia de las vacunas. A mayor nivel de transmisión del virus, mayor es también el número de casos que han aflorado de ciudadanos que se han infectado y que ya habían recibido la pauta completa de alguna de las marcas comercializadas en la Unión Europea. Euskadi no es ajena, pero los datos demuestran que el llamado escape vacunal, cuando las personas inoculadas no desarrollan la inmunidad suficiente para esquivar la enfermedad, entra dentro de lo esperable. Del 1,4 millones de vascos vacunados al completo solo 5.000 se ha contagiado desde que se inició la campaña hace siete meses.

Según confirmó a este diario el Departamento vasco de Salud con información actualizada a fecha del pasado 25 de julio, el 0,38% de los ciudadanos a los que Osakidetza administró la doble dosis de Pfizer-BioNtech, Moderna o AstraZeneca, o el único pinchazo de Janssen, han contraído la infección. Una tasa inferior al 5,5% de la media general del país revelada por el Ministerio de Sanidad hace un par de semanas.

Pero en función de la farmacéutica, se aprecian diferencias. El porcentaje de infectados con el preparado de Johnson&Johnson se muestra notablemente superior al contabilizado en el resto de compañías, que el área que dirige Gotzone Sagardui no ofreció de manera desglosada.

De 55.538 vascos inoculados con Janssen, 693 cayeron en las redes del patógeno, es decir, un 1,25% sobre el total de inmunizados hace una semana. En cambio, del 1,1 millones de personas que cerraron el ciclo vacunal con las profilaxis que requieren dos inyecciones, casi 4.000 se infectaron, por lo que la tasa se sitúa en un ínfimo 0,34%. Una situación que coincide con lo ocurrido en otros países y que no sorprende a los expertos.

La efectividad que confería esta profilaxis anticovid era menor que con otras casas, de en torno al 65%. «Aunque no hay datos sólidos que comparen las nuevas infecciones en función de qué vacuna se ha utilizado, estamos viendo que con Janssen hay más contagios y es lógico pensarlo. La protección era más baja. En ese momento se consideraba aceptable, pero en el contexto de las nuevas variantes la efectividad es todavía menor», explica Quique Bassat, epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona.

Las cifras se incrementan en el caso de las personas con primeras dosis. El 0,82% de los vascos que iniciaron la pauta enfermaron. Es decir, 10.800 ciudadanos de 1,3 millones. Porque vacunarse no supone cantar victoria. Y menos quienes se han quedado a medias. Ante el asedio de la covid19 nadie es imbatible. No existe una varita mágica con la que evitar caer en las redes de un virus que aprovecha cualquier resquicio para rearmarse. La ciencia ha aportado una herramienta muy valiosa, fundamental, las vacunas, pero ya se sabía de antemano que no libran de la infección. Las profilaxis fueron pensadas para evi

MÁS CASOS CON JANSSEN

El porcentaje de infectados tras recibir la vacuna monodosis asciende al 1,25%, frente al 0,34% del resto de marcas

LA VARIANTE DELTA

«Una persona que se infecta con la cepa india tiene una carga viral mil veces mayor que con las variantes previas»

DURACIÓN DE LA INMUNIDAD

«No sabemos lo que está pasando. Hay que saber si las personas que se han infectado se habían vacunado hace tiempo»

tar la enfermedad grave, y con ello, el ingente número de vidas que ha arrebatado el coronavirus.

«La gran solución»

«Las vacunas tienen una eficacia muy alta, pero no es del cien por cien. En el mejor de los casos es del 94%, por lo que hay un 6% de población que, aún estando vacunada, no está protegida. El objetivo de las vacunas era controlar la presión hospitalaria y reducir las muertes y así se está cumpliendo», afirma Miren Basaras, microbióloga y profesora de la UPV en el Departamento de Inmunología, Microbiología y Parasitología.

Brotes en residencias de ancianos, el reciente caso de la cárcel de Zaballa... Pero una aplastante mayoría de vacunados, con primera dosis o con el ciclo completo, que se han infectado no presenta una sintomatología grave que requiera de tratamiento clínico.

Para Koral Fernández de Roitegui, miembro de la Sociedad Vasco Navarra de Patología Respiratoria (SVNPAR), sin duda, la vacuna ha supuesto «la gran solución» para evitar la saturación en los hospitales. «Sí que hay gente que precisa atención hospitalaria, pero el número es muy pequeño. Un poco mayor que hace unas semanas, pero muy pequeño», relata la neumóloga alavesa. En las últimas semanas ha podido comprobar que el puñado de pacientes que han ingresado por covid y que habían dado carpetazo a su proceso de inoculación evolucionan mejor y más rápido.

También quienes recibieron solo el pinchazo inicial. «La gente que ingresa lo hace con insuficiencias respiratorias más leves y tienen menos tendencia a recibir soporte no invasivo respiratorio o acabar en cuidados intensivos», señala esta profesional sanitaria. Aunque no disponen de estudios realizados, sí que ha percibido que el periodo de estancia hospitalaria en estos casos «se acorta».

Los positivos de personas vacunadas con pauta completa en los hospitales del País Vasco son «anecdóticos» y todavía más en las UCI. Pero el riesgo «nunca es cero», advierte Basaras. La docente de la UPV recuerda que los ensayos clínicos de las vacunas se llevaron a cabo sobre una población sana. «No eran trasplantados, inmunodeprimidos, ni tenían cáncer...», apunta. El estado de salud del contagiado se antoja fundamental para presentar un mejor o peor muro contra el coronavirus, es decir, un sistema inmune más o menos fuerte capaz de resistir el ataque del virus. «Las personas que tienen una serie de patologías previas tienen las defensas más débiles, por lo que no generan los anticuerpos de manera activa», precisa.

La edad también es otro factor. Se refiere Basaras a la inmunosenescencia, un proceso patológico del sistema inmune que provoca cambios a causa del envejecimiento. «Las vacunas no se probaron en personas de 80 o 90 años. Es una población que aún estando vacunada pueden tener un riesgo mayor de que sus defensas no se hayan activado correctamente», agrega la microbióloga vizcaína.

«Necesitamos más datos»

Otro condicionante que suscita numerosas dudas a los expertos es la duración de los anticuerpos que generan las vacunas. Bassat asegura que «no sabemos lo que está pasando exactamente. Tenemos que saber si las personas que se han infectado estaban vacunadas desde hace tiempo o no. Necesitamos más datos y nos los tenemos», desliza el epidemiólogo catalán. Además de quienes han podido acudir a recibir la vacuna sin saber que padecían la infección. Los asintomáticos, la población más peligrosa. Algunas comunidades como Galicia ya practican test de antígenos a los jóvenes que van a inocularse, pero los expertos no lo consideran una medida efectiva. «El test de antígenos no sirve para descartar. No detecta el virus si no hay una carga viral alta», recuerda la doctora Fernández de Roitegui.

Y a todo ello se añade la mayor transmisibilidad de la variante Delta. La cepa india ha desmontado todos los planes por su mayor contagiosidad –hasta un 60% más que la mutación británica–, que le ha conferido una mayor velocidad de expansión. «Una persona que se infecta con Delta tiene una carga viral mil veces mayor que con las variantes previas. Si esa persona habla, chilla o canta sin seguir las medidas, transmite el virus mucho más fácil», indica Basaras, que opina que el avance de esta cepa «no se ha sabido controlar» y que el proceso de inoculación debe ir acompañado de medidas «y no de mensajes contradictorios».

EDAD Y ESTADO DE SALUD «Las personas mayores o con patologías previas tienen más riesgo de que sus defensas no se hayan activado correctamente»

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2021-08-01T07:00:00.0000000Z

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