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«Ya estaba tranquila, pero lo cogí y perdí el gusto y el olfato»

Asun Muro, con dos dosis de Pfizer, y Primitivo Cifuentes, inmunizado con Janssen, relatan sus inesperados contagios

S. LÓPEZ DE PARIZA

Asun Muro es alavesa pero reside en Valencia con su familia durante gran parte del año. El pasado 10 de junio recibió la segunda dosis de la vacuna Pfizer y el 3 de julio, ya con la pauta completa, viajó hasta el caserío familiar en Vitoriano, un concejo del municipio de Zuia de apenas 300 habitantes.

«Un día después llegó mi hijo y justo le avisaron de que en su trabajo había varios positivos entre sus compañeros. Se hizo la prueba y él también dio positivo», relata esta mujer de 59 años. Ella también se contagió, pese a tener inoculadas las dos dosis. «Yo ya estaba tranquila pero lo cogí. Sé que hay muy pocos casos pero me tocó a mí…», se resigna.

Su marido estaba en su misma situación y sin embargo no se infectó. En el caso de Asun, la primera prueba de antígenos reveló un resultado negativo. Fue la PCR la que le confirmó que estaba contagiada de Covid. Llevaba varios días con síntomas, así que se esperaba la mala noticia.

«Estuve con mucha congestión, tos y perdí el gusto y el olfato, aunque ya los he recuperado», relata. Lo que no se le ha ido del todo es esa tos, para la que le han recetado un jarabe.

Si persiste, tendrá que realizarse placas cuando regrese a Valencia.

El caso de Primitivo Cifuentes tiene su miga. El pasado mes de marzo ya esquivó al virus en una cena con otros siete amigos. La noticia de que sus colegas habían empezado a caer enfermos le pilló en La Haya (Países Bajos). Este vitoriano de 53 años suele hacerse PCR y antígenos rutinariamente por su trabajo. «Llevo por lo menos más de 15 hechas», cuenta. Como comercial, su trabajo le obliga a estar en constante viaje en los que hace negocios con inmuebles, sociedades y activos en venta de toda Europa. Esta vez la suerte estuvo de su lado.

Dos meses después

Hace dos meses recibió la monodosis de Janssen en el vacunódromo de Lakua. Después del susto, ahora inmunizado, pensaba que ya estaba libre de la pandemia. Nada más lejos de la realidad. El 10 de julio, después de unas breves vacaciones en el pueblo de sus padres, en Zamora, en una de las pruebas rutinarias antes de coger un avión, daba positivo.

«No me lo podía creer, estaba perfectamente». Osakidetza le ordenó estar en cuarentena diez días. El martes de la semana pasada salía del confinamiento. «He estado encerrado sin poder trabajar durante un montón de días en casa y no he tenido ningún síntoma», se queja. Aunque todavía no se termina de creer que haya pasado la covid, le alivia no haber contagiado a nadie.

CIUDADANOS

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2021-08-01T07:00:00.0000000Z

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