La pandemia se ha estancado en Euskadi, aunque en niveles de transmisión muy elevados. El Departamento vasco de Salud reportó ayer 1.270 contagios y la incidencia acumulada a 14 días volvió a subir después de la primera caída en un mes. Ascendió a 873 casos por cada 100.000 habitantes, nueva cumbre epidémica de toda la crisis. Se trata de un ligero incremento –5 puntos más–, pero sitúa al virus en una fase de meseta que mantiene a la comunidad en total incertidumbre.

El mes de julio se marchó envuelto de cautela. No se sabe qué va a ocurrir. Aunque todo apuntaba que lo peor de la quinta oleada había quedado atrás, la epidemia vasca arrojó datos que muestran la severidad de este último embate vírico. Cada día hay más vascos inmunizados, pero el poderío transmisor de la variante Delta y la proliferación de encuentros sociales propios de estas fechas veraniegas se presentan como principales amenazas que pueden mantener los contagios al alza.

Tras varios días con una ralentización en la velocidad de ascenso, la curva dejó de subir el pasado jueves. De manera muy tímida, pero varió su rumbo y eso supuso un alivio después de 32 días de desbocada crecida. Esa jornada se alcanzaron los 870 casos de incidencia, superando el pico de noviembre. Sin embargo, tal y como han demostrado las anteriores fases de ascenso, no se antoja previsible que la curva comience a caer de manera brusca.

Los expertos consideran que para que se afiance la estabilización de los contagios y derive en una tendencia decreciente deben pasar varios días con niveles de propagación más moderados. El escenario es otro. El viernes se realizaron 10.993 pruebas, de las que un 11,6% se saldaron con resultado positivo. Esta tasa no acaba de aflojar y eso es reflejo de que hay una gran cantidad de infecciones que escapan de la red de rastreo. El índice de contagiosidad acumula 18 días sin bajar del 10%. El umbral que la OMS aconseja no sobrepasar se sitúa en el 4%. Todavía queda mucho recorrido.

Por territorios, los datos tampoco fueron buenos. La alta transmisión del virus en Bizkaia, la única provincia con una incidencia por encima de la media general y que sigue al alza, lastra la bajada de la curva en la comunidad. A ello también contribuye el empeoramiento que experimentó Álava en las últimas horas. El territorio más meridional volvió a subir su tasa después de un día de bajada. La única provincia que se mantiene en lenta mejoría es Gipuzkoa.

La ingente cantidad de positivos que se detectan a diario no ayudará a estabilizar la presión en los hospitales. En esta ‘ola joven’ la incidencia se traduce en un menor número de ingresos en planta y en UCI, pero la situación se sigue complicando. El viernes ingresaron 48 vascos con síntomas graves, la tercera cifra más alta de la semana.

63 personas en las UCI

Por su parte, el nivel de ocupación en las áreas de críticos enlaza ya un total de 18 días de aumento. Hasta ayer, 63 personas recibían cuidados especiales en las UCI, uno más que el día anterior.

Pese a la preocupante situación epidemiológica, el consejero de Turismo, Javier Hurtado, confirmó que el pasaporte covid para acceder al interior de la hostelería no está contemplado en Euskadi. «Estamos pendientes de la evolución de la pandemia, pero no se ha discutido ir más allá. A día de hoy no está encima de la mesa, pero siempre estamos atentos a lo que recomienden autoridades sanitarias», señaló a RNE.

PASAPORTE COVID

Javier Hurtado confirmó que no se contempla pedir este documento para entrar en los bares