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La edad media de los pacientes críticos baja hasta los 46 años

Raúl de Frutos Jefe de servicio de Anestesiología y Reanimación (UCI) en el hospital de Basurto

TERRY BASTERRA

«Sin las vacunas en las UCI estaríamos como en los peores momentos del invierno»

BILBAO. Raúl de Frutos Parra (Bilbao, 1973) es jefe del servicio de Anestesiología y Reanimación en el hospital de Basurto. Reconoce que no esperaba una ola de esta intensidad en verano. Pese a ello se muestra esperanzado por cómo la vacunación está cambiando la marcha de la pandemia y ha hecho que, pese al elevado número de contagios actuales, la situación en los hospitales sea de menor presión que en anteriores acometidas del virus.

– Otra ola más del coronavirus. ¿Es ésta distinta a las anteriores? –Claramente. Hay dos aspectos que la diferencian del resto. La primera es que la edad de los pacientes es mucho menor. Por primera vez en toda la pandemia en la UCI la media baja de 50 años. Está en 46. Es una media impensable para cualquier otra patología normal en una unidad de críticos. Y luego, y esta es la parte buena de esta ola si es que tiene alguna, es que con las tasas de incidencia tan alta de casos diarios que estamos teniendo, que está por encima de las anteriores olas, la repercusión en los hospitales no es la misma que en anteriores ondas. Menos personas de las que se infectan ahora necesitan ser ingresadas, y eso es algo normal por la juventud de estos positivos. Pero, aunque sean jóvenes, los que van mal se ponen tan malitos como lo hacían en las olas anteriores. – Sorprende la edad de los nuevos ingresados en las UCI.

– Mucho, porque los que llenaron estas unidades en las anteriores olas estaba por encima de 70 años de media, con una mortalidad más alta. Ahora son los jóvenes los que se están contagiando porque no están vacunados. Se puede decir que los que ya no están en esta ola son los mayores.

– ¿En qué estado de gravedad llegan al hospital?

– La mayoría lo hacen con la misma patología que en olas anteriores: una neumonía bilateral. Son pocos los que precisan de intubación. Pero los hay, bien por su predisposición individual o porque son obesos, que es uno de los factores de riesgo más importantes con este virus. Cuando van mal hay que intubarlos, ponerlos en prono (boca abajo) y pasar una estancia prolongada en la UCI – ¿Se han reducido los tiempos de permanencia en el hospital al ser los pacientes más jóvenes?

– En la UCI no tanto porque nos llegan los que se han deteriorado mucho. Una vez que requieren de ventilación mecánica se van las estancias a más de 12 días. En planta sí que ha bajado mucho y hay mayor rotación de los pacientes. La edad media en hospitalización está en 54 años y la estancia en 5 días. Hay muchos enfermos que se estabilizan e incluso se les puede hacer el seguimiento desde la unidad de Hospitalización a Domicilio. – ¿Y la mortalidad en la UCI de estos pacientes? En la anterior ola la consejera dijo que se había reducido a un 15%. ¿Está bajando aún más en esta?

– Sí lo está haciendo. Se encuenta en estos momentos en un 12%. – Sagardui advirtió esta semana que, aunque en esta ola la llegada de pacientes a las UCI es más lenta que en anteriores etapas, la previsión es que el número de enfermos críticos vaya a más.

– Aquí entran dos factores. El de positivos diarios que tenemos cada jornada, que parece que se está atenuando un poquito. Sin embargo la incidencia acumulada a 14 días arrastra todos esos casos. Aún está creciendo y se espera que la semana que viene llegue a su techo. Una parte de estos infectados sufrirán complicaciones respiratorias y prevemos que el pico de ingresos llegue un poco después. Y de esos que ingresan un porcentaje irá mal y requerirá de cuidados en UCI. El máximo en estas unidades lo esperamos en dos o tres semanas, siete días después del de las plantas. Va a ser un mes de agosto peliagudo, en pleno periodo vacacional y tras un año duro, lo que nos tensiona un poco más.

– ¿Habrá que habilitar nuevos espacios con el aumento de ingresos que se prevé en agosto? – Es imposible saberlo. Va a depender de la evolución de los enfermos Covid ya ingresados, pero también de los afectados por otras patologías. Hay que seguir operando a pacientes que están graves. Con todo ello, en la medida de lo posible, vamos a intentar mantener todo el tiempo que se pueda la actual dotación. Pero sí se produjesen picos más altos y aumentasen los ingresos abriremos nuevas camas. Realmente en esta época del año estamos a una menor capacidad de la habitual y restringidos por las vacaciones del personal. Pero si fuese necesario se podría derivar a las UCI sanitarios de otras áreas.

Por el «buen camino»

– ¿Hay llegado alguna novedad a nivel de tratamientos en los últimos meses?

– La verdadera innovación ha sido la vacuna y conocer la evolución de la enfermedad. No hay ningún fármaco específico contra la Covid. Lo que más hacemos en los hospitales es aplicar medidas de soporte para que el organismo sea capaz de superar la enfermedad, como en la mayoría de los virus.

– ¿Cómo ha cambiado la vacunación esta enfermedad?

– Radicalmente. Hasta ahora no estamos teniendo casos en UCI de gente con pauta completa de vacunación y que no esté inmunodeprimida. Eso te da una tranquilidad. Indica que tener a la población vacunada es el buen camino y nos alivia de toda esa presión asistencial que generaría el coronavirus. Sin la vacuna ahora estaríamos como en los peores momentos del invierno. – ¿Los pocos vacunados que ingresan evolucionan mejor, aunque hayan recibido solo una dosis?

– Sí. No tiene nada que ver. Hay una diferencia significativa. Siempre hay un porcentaje entre el 5 y 10% de la población que la recibe en la que no es tan efectiva, y puede que algo más con la variante Delta. Pero sigue siendo un porcentaje pequeño. Entre los pocos casos de sanitarios vacunados con pauta completa que se han contagiado, porque un

EFICACIA

«A las UCI no nos están llegando vacunados con la pauta completa y que no estén inmunodeprimidos»

PREVISIÓN

«Esperamos que el pico de ingresos en las unidades de críticos de esta ola llegue en 2 o 3 semanas»

contacto suya había dado positivo, han vivido la infección como un catarro muy leve y algunos ni eso. – ¿Cómo espera que evolucione la pandemia?

– La vacunación nos da confianza. Cuanto más avance la campaña, y aunque el virus siga entre nosotros produciendo infecciones, menor será su repercusión hospitalaria. Y eso, bajo mi humilde punto de vista, es lo que más se va a acercar a la normalidad que conocíamos antes de esta pandemia. Confiamos en que el coronavirus sea uno más de los patógenos que conviven con el ser humano pero que no tenga el impacto para la sanidad que tiene ahora y que nos obliga a modificar todas nuestras pautas de conducta. – ¿Cómo pueden cambiar las variantes la marcha de la crisis?

– No soy experto en este tema, pero todos los sanitarios vemos las variantes con mucha inquietud. No sabemos qué evolución van a tomar. No las puedes predecir. Lo normal es que evolucione a formas menos agresivas, porque los virus tratan de sobrevivir y para eso necesitan que sus infectados no desaparezcan. Si las infecciones son muy mortales, como el Ébola, acaban restringiéndose porque se quedan sin huéspedes. Si lo que buscan es la contagiosidad para reproducirse mucho no pueden ser muy letales para poder transmitirse. Esta es la teoría y en lo que confiamos en base a la experiencia con otros virus similares como el de la gripe. Ese parece que puede ser el final de la pandemia, pero si durante el trayecto surgen variantes más agresivas

o resistentes a las vacunas nos van a hacer pasar malos ratos.

–¿Y hasta cuándo puede durar la pandemia?

–Es una sensación personal pero confiamos que con la pauta de vacunación muy extendida, y toda esta inmunidad que se está generando en esta ola con más de 1.500 casos diarios, nos acerquemos más rápido a esa situación de mayor estabilidad. No creo que el virus vaya a desaparecer. Seguirá presente, pero con olas menos intensas. También es cierto que no esperaba esta acometida tan fuerte en verano. Empezó en Reino Unido y nosotros vamos siguiendo ese camino. Al final va a quedar cada vez menos gente que no tenga ningún tipo de protección, ya sea porque se ha infectado o por la vacunación. Y viendo como vemos que la gente que ha pasado el virus, o tiene la pauta completa, es muy raro que vuelva a sufrir la enfermedad de forma grave, salvo que tenga una inmunodeficiencia severa, en algún momento tiene que llegar un escenario en el que no tengamos tanta presión asistencial.

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2021-08-01T07:00:00.0000000Z

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