Las reclamaciones por no atender en euskera en la Administración pública han vuelto a crecer en Euskadi. El Gobierno vasco registró el año pasado un total de 194 quejas de particulares que no pudieron usar o expresarse en este idioma, la mayoría de ellas en servicios de atención a la ciudadanía del Ejecutivo autonómico, diputaciones, ayuntamientos o en departamentos pertenecientes al Gobierno central. En cambio, en el ámbito privado, ya sea en comercios, empresas, bancos o servicios sanitarios, la tendencia se mantiene a la baja y se situaron en el 13%.

Elebide, el servicio para la garantía de los derechos lingüísticos, dio a conocer ayer dicho informe. Estas reclamaciones forman parte de un conjunto total de 246 incidencias relacionadas con la vulneración de los derechos lingüísticos de la ciudadanía, lo que supone un aumento con respecto al ejercicio anterior al registrarse 52 más. Del total de quejas recibidas solo dos se debieron a las dificultades de usar otros idiomas. Las reclamaciones pueden tener su origen en escritos mal redactados o traducidos, rótulos publicitarios incorrectos, señales de tráfico erróneas, incorrecciones en internet o en la imposibilidad de utilizar el idioma deseado en el ámbito público o privado.

El efecto de la pandemia

La pandemia también se ha dejado notar. Una de cada cinco quejas estuvieron relacionadas con el estado de emergencia y la mayor parte corresponden a vulneraciones de derechos en el ámbito público El mayor número, 21, fueron relativas a carteles vinculados al covid. En cuanto al género de los ciudadanos que se dirigieron a este organismo, el 60% fueron presentadas por hombres.