MADRID. Los datos, sobre la mesa. La evolución de las bolsas globales durante la primera mitad del año fue mucho mejor de lo que los analistas anticipaban a finales de 2020. La esperanza en la recuperación ha permitido que gran parte de índices europeos registrasen subidas superiores al 10% a cierre de junio. Prácticamente todo el potencial que se estimaba para el conjunto del ejercicio en índices como el Ibex. Metidos ya de lleno en el segundo semestre, toca preguntarse si los inversores serán capaces de mantener el botón de compras activado o, por el contrario, se retirarán ante el que se ha convertido en el gran ‘enemigo’ del mercado: el miedo al repunte de la inflación y a cómo impactará esto en las políticas de estímulo de los bancos centrales.

Los expertos lo ven claro: 2021 seguirá siendo un año de Bolsa, aunque habrá que ser más selectivos. «Durante unos meses vamos a seguir registrando inflaciones altas, pero la perspectiva del BCE será de medio plazo, no reaccionar a corto», indica Óscar Arce, director de estadística del Banco de España. De hecho, recuerda que la estimación de inflación para el conjunto del eurosistema rondaría el 1,4% para finales de 2023, «por lo que no pensamos que el actual brote de subida vaya a tener persistencia».

El mismo mensaje maneja Roberto Scholtes, director de Estrategia de UBS España que, en este entorno de repunte transitorio de la inflación, considera que la gran rotación que se ha producido desde las acciones ‘value’ (de compañías asentadas) frente a las ‘growth’ (compañías en crecimiento) sigue teniendo margen de maniobra. «Aunque la economía mundial esté sobrepasando el punto de máxima aceleración y algunos indicadores de clima manufacturero comiencen a desinflarse, seguimos viendo un potencial atractivo en estos sectores», asegura. A su juicio, existe una combinación de factores que favorece este segmento. «El mercado aún no descuenta plenamente que la fuerte recuperación tendrá continuidad en 2022, conforme aflore la enorme demanda latente, se recupere el empleo, las empresas aprovechen las favorables condiciones crediticias para refinanciarse y arranquen los planes públicos de inversión».

Scholtes considera que el mercado también se verá beneficiado por las revisiones al alza en las expectativas de resultados, aunque «con menos fuerza y de forma más desigual que en el primer semestre». Apuesta por valores que aprovechen esa mejora para recuperar el dividendo. «Solo con que se sostengan los precios de las materias primas, petroleras, mineras y siderúrgicas generarán de media una caja libre superior al 10% de su capitalización que destinarán a dividendos y recompra de acciones. Los bancos se unirán a esta dinámica cuando lo permita el BCE».

Aun así, la subida de beneficios prevista compara con un 2020 muy negativo por la pandemia. Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter, recuerda que «el Ibex no volverá a niveles de beneficios precrisis hasta 2023». Prevé que el selectivo rondará los 10.000 puntos previos a la crisis ya en diciembre de 2022. Pese a ello, mantiene un perfil ‘probolsas’ en sectores como el bancario, beneficiado a largo plazo por un entorno de «normalización» de los tipos y la mejora prevista en dividendos.

Cuidado con los precios

«Tras una década de tipos bajos, los inversores descartan cada vez más la renta fija para ir a activos de más riesgo, como la Bolsa, lo que ha inflado el precio de las acciones», advierte Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis. Otros sectores más castigados, como el turismo, podrían presentar oportunidades, pero siendo selectivos. En Renta 4 Banco, por ejemplo, consideran que en su escenario base, «sólo IAG cotiza con un potencial suficiente a precio objetivo para merecer una recomendación de ‘sobreponderar’».

La apuesta de Tressis para los próximos meses pasa por valores que puedan beneficiarse de la transformación que llegará con los fondos europeos, como las ligadas a las energías renovables o la mejora de la eficiencia energética.

Una visión parecida presenta Diego Jiménez-Albarracín, responsable de Renta Variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España. Indica que los inversores podrían entrar en un período más complejo hacia final de 2021 y en 2022, «cuando las tensiones en torno al crecimiento se vuelvan más obvias y los mercados anticipen el endurecimiento de las condiciones

Los expertos lo ven claro: seguirá siendo un año de Bolsa, aunque habrá que ser más selectivos.

Óscar Arce Estadística del Banco de España «Nuestro escenario central no refleja un endurecimiento de las condiciones monetarias»

Ramón Forcada Director de análisis de Bankinter «El Ibex no volverá a niveles de beneficios previos a la crisis hasta 2023»

Roberto Scholtes Estratega de UBS España «Más que los beneficios, el gran catalizador será la mejora de la remuneración a los accionistas»

Daniel Lacalle Economista jefe de Tressis «Después de una década de tipos bajos, los inversores van a activos de más riesgo como la Bolsa, lo que ha inflado los precios»

Jiménez-Albarracín Director de Renta Variable de Deutsche Bank «Podríamos entrar en un período más complejo de inversión a finales de 2021 y en 2022»

monetarias». De hecho, advierte de que la Fed podría aprovechar la reunión de agosto en Jackson Hole para anunciar el inicio de los debates sobre la reducción de los estímulos, lo que podría generar mayor volatilidad.