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España tiene el reto de seguir siendo referente en las terapias CAR-T

Este tipo de tratamientos, que llevan dos años aplicándose en el país con resultados bastante prometedores, solo se usan hoy en un tipo específico de tumoraciones aunque vienen nuevas indicaciones

ARANTXA HERRANZ

En la carrera contra el cáncer y la aspiración de una medicina cada vez más personalizada y de precisión, las terapias CAR-T son una de las grandes esperanzas de la comunidad médica. Gracias a esta técnica, al paciente con cáncer se le extraen una serie de células de los vasos sanguíneos para que puedan ser modificadas en un laboratorio especial y, una vez tratadas, vuelven a ser inyectadas en el cuerpo de la persona en un proceso conocido como aféresis.

Tras su tratamiento en el laboratorio, estas células son capaces de reconocer el tumor, atacarlo y acabar con otras células malignas. Este tipo de terapias lleva aplicándose en España desde hace más de dos años con unos resultados bastante prometedores, pese a que su aplicación tiene que hacer frente todavía a algunos retos importantes.

Por el momento solo un número limitado de hospitales ubicados en cinco ciudades están autorizados para ofrecer este tipo de terapias, que además no se pueden aplicar a todo tipo de tumores. Aunque la comunidad científica explora su adaptación para otros tipos de cáncer y no se descarta que haya novedades a corto plazo, de momento solo se emplea en un tipo muy específico de tumoraciones.

Para preparar una terapia CART hay que disponer de un laboratorio especial. Desde abril de 2019, España cuenta con ocho centros designados para el tratamiento del linfoma de células B grandes en adultos (Hospital Clínic de Barcelona, Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, Hospital Clínico Universitario de Valencia y Hospital de la Santa

Creu i Sant Pau de Barcelona) y además otros tres adicionales.

Existe, asimismo, un plan nacional de abordaje para gestionar la aplicación de estas terapias avanzadas. Cuenta con un consenso multidisciplinar al más alto nivel y las decisiones que se toman se hacen en base a criterios de planificación, equidad, seguridad y eficiencia. Así, cualquier paciente, con independencia de su lugar de residencia, puede recibir estos tratamientos si cumple con las condiciones.

Cumplir los protocolos

El plan nacional elabora y supervisa los criterios para la designación de los centros. También trabaja en la correcta derivación de pacientes y el uso de medicamentos, la valoración de las solicitudes por un grupo de expertos del Sistema Nacional de Salud, así como el cumplimiento de los protocolos fármaco clínicos de esos medicamentos CAR-T.

Según los datos que maneja el Ministerio de Sanidad, el proceso de validación desde que se envía la solicitud para que una persona se pueda someter a estos tratamientos hasta su aprobación final es muy ágil. En concreto, el 90% de los casos urgentes tardaron menos de 72 horas. Sin embargo, y éste es uno de los retos a los que se debe hacer frente para mejorar la efectividad, no se tienen datos del tiempo que transcurre desde que un médico identifica al paciente hasta que se solicita la terapia CAR-T.

En los dos últimos años, 490

pacientes con linfoma difuso de células B grandes y unos 58 pacientes con leucemia linfoblástica aguda menores de 25 años han

recibido estos tratamientos. El reto es llegar a tratar, de media, unos 45 pacientes al mes con estas terapias. En este sentido, las instituciones europeas han alabado y siguen con mucho interés los resultados que España está consiguiendo, no solo la administración de estas terapias sino incluso la fabricación de esta clase de medicamentos.

Más allá de las declaraciones y mensajes de respaldo. la efectividad de estas terapias ha venido demostrada y avalada por los números. Sin embargo, sigue habiendo en España un 12% de pacientes a los que, pese a habérseles realizado la aféresis, fallecieron por la progresión de la enfermedad y no pudieron recibir el tratamiento completo. Es un problema que se intenta reducir.

Pero como en otros terrenos, la llegada de la pandemia de covid-19 ha tenido un importante impacto en el tratamiento de los CAR T. El informe del Ministerio relativo a los últimos 20 meses constata cómo se está produciendo una aminoración en la aplicación de este tipo de terapias, dado que solo se están realizando unas 19 solicitudes al mes.

Por eso, los expertos vuelven a abogar por, trabajando y colaborando con las autoridades sanitarias, mejorar el abordaje multidisciplinar de las patologías indicadas, mejorar los tiempos de acceso al fármaco así como incrementar el número de hospitales cualificados para su administración. El objetivo es que todos los implicados, tanto organismos públicos como privados y la comunidad científica, cooperen para que todos los pacientes que lo necesiten puedan recibir este tipo de tratamientos cuando sea necesario.

SANIDAD.

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2021-09-29T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/281578063817976

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