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Tu teléfono te conoce mejor que tu pareja

I. ASENJO

Madrid. Los datos son la gallina de los huevos de oro del siglo XXI. Un tesoro que permite obtener información que después es usada para vendernos cualquier cosa. Se trata de uno de los bienes más codiciados por las grandes empresas en la actualidad para adaptar sus productos a los hábitos y necesidades de los clientes. Su relevancia la ponen de manifiesto las operaciones societarias de gigantes como Facebook, que en 2014 compró WhatsApp por más de 21.800 millones de dólares (18.000 millones de euros), o la que cerró en 2006 Google al adquirir Youtube –con solo 29 meses de vida– por 1.650 millones de dólares.

Tengas el móvil que tengas, simplemente con usarlo ya estás dando una gran cantidad de información sobre ti mismo y tus actividades. Saben nuestras rutinas o dónde estamos, la velocidad a la que nos movemos, las aplicaciones que más usamos o la forma en la que navegamos por internet. Incluso dependiendo del modelo de dispositivo, ni nuestras huellas dactilares o el patrón de nuestro iris tienen secretos para ellos. Los ‘smartphones’ nos ofrecen una ventana al mundo, pero las aplicaciones de terceros pueden echar un vistazo dentro si obtienen los permisos adecuados.

De esta manera, pese a que ese tipo de información parece destinada a priori a facilitarte las cosas, lo cierto es que resulta inquietante que una red social o una página web a la que accedes te invite a comprar ese sofá que buscas o el viaje que te interesa hacer el próximo verano. A través del GPS, por ejemplo, sistemas de navegación como Google Maps –que tiene todas tus localizaciones en una cronología en caso de que aceptaras en ajustes las ubicaciones– permiten que otras aplicaciones nos ofrezcan servicios próximos. Mediante el Bluetooth intercambiamos datos en distancias cortas y las conexiones que habilita mueven información entre el terminal y los dispositivos ‘wearables’ que empleemos.

El uso del teléfono deja a su paso registros de llamadas y mensajes, listados de contactos y contenidos almacenados en forma de fotografías o documentos. Hay que ser cauteloso en la adjudicación de permisos de accesos a estas áreas a aplicaciones que no tienen por qué necesitarlos y por lo tanto, dar la debida importancia a las políticas de privacidad de cualquier aplicación que descargamos.

APLICACIONES TECNOLÓGICAS.

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2021-09-29T07:00:00.0000000Z

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