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«Me dedico a investigar para que me dejen hacer cosas que otros no han podido antes»

Alcanzó un hito con el carburo de silicio y anima a los jóvenes: «Si quieres hacer cosas nuevas, hay que llevarlas fuera de sus límites»

ARANTXA HERRANZ

Investigadora, emprendedora tecnológica y catedrática de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega (NTNU), Nuria Espallargas ha estudiado los fenómenos de degradación en las superficies metálicas expuestas a un entorno químico agresivo. Y ha logrado un hito que se creía imposible: que el carburo de silicio tenga un punto de fusión para poder usarse en procesos superficiales de proyección térmica. Ganadora de varios premios y reconocimientos, siempre piensa en volver a España.

– Ha inventado un proceso químico para que el carburo de silicio se pueda utilizar en tecnologías de proyección térmica. Es todo un hito pero, ¿qué supone exactamente lo conseguido?

– Uno de los cuatro materiales sintéticos más duros del mundo es el carburo de silicio, que no tiene un punto de fusión. Pasa directamente de sólido a gas. Que un material no tenga punto de fusión no significa que no se lo podamos dar. Para eso trabajo desde que inicié mi tesis doctoral con la proyección térmica, un proceso que utiliza altas temperaturas y velocidades en muchos casos supersónicas para producir recubrimientos a partir de materiales en forma de polvo o hilo. Creamos un material compuesto compatible con la fusión con el que ‘protegimos’ el carburo de silicio, como si fuera una almendra garrapiñada. En realidad, lo que hacemos es engañar al sistema y esa es la innovación. Cogimos cosas que ya existían y las adaptamos a las necesidades que teníamos. En el campo de la proyección térmica nadie había pensado hacerlo de esa manera. – ¿Qué le lleva a investigar algo que decían que era imposible? – Cabezonería pura y dura (se ríe).

Me he criado en Teruel y soy muy cabezona. Pero en investigación tienes que ser un poco así. Si realmente quieres estar haciendo cosas nuevas y no solo mejoras incrementales, tienes que estar siempre llevando las cosas para salir de sus límites. Mi motivación dentro de la investigación, y por eso me dedico a ello, es que me dejen hacer cosas que otros no han podido hacer antes. – ¿Qué dificultades ha tenido que superar?

– Llegamos a pensar que realmente era imposible el proyecto. Las personas que estábamos en el proyecto discutíamos y le dábamos muchas vueltas. Al final consigues sacarlo por esa cabezonería, el equipo de personas correcto (con una combinación de perfiles) y a lo mejor un poco de locura, de no saber (en teoría) lo que estás haciendo. Antes de financiarme este proyecto en 2010 me lo rechazaron varias veces. El problema es que, cuando se escriben propuestas de investigación, tienes que dar una serie de explicaciones que a veces son irreales. Tienes que ser capaz de decir cómo lo vas a hacer. Eso en investigación no funciona. Puedo explicar cuál es mi idea, pero a medida que vaya avanzando el proyecto los planes originales cambian. Entonces tienes que dar una serie de justificaciones que, en mi opinión, son absurdas. Por eso a veces es casi imposible empezar un proyecto. – ¿Es igual de complicado encontrar financiación en Noruega que en España?

– Conseguí empezar este proyecto porque en Noruega las universidades tienen financiación interna para determinados proyectos. Es como una semilla que luego se supone que vas a poder explotar para conseguir otro tipo

de financiaciones. A través de ese dinero interno pude iniciar los trabajos. Luego está lo de siempre: cuando lo consigues, se sube todo el mundo al carro. Pero podríamos haber fallado y no haber logrado nada. El problema es que

si en cuatro años intentando algo no has conseguido un resultado que ellos consideran positivo, que las agencias califican como un éxito, parece que has tirado el tiempo y el dinero a la basura. Pero no es así. Un proyecto puede no haber dado el resultado que tú esperabas, pero habrá dado otro del que a lo mejor pueden salir cosas distintas. Me planteo muchas veces cómo funciona el mundo científico últimamente y las agencias que financian proyectos a todos los niveles (nacionales, regionales, europeos). Es un poco triste decirlo pero, igual que hubo en su día una burbuja inmobiliaria en el mundo, creo que hoy en día estamos en una burbuja científica también. Es brutal la competición entre unos y otros proyectos, cuando tendría que haber más coordinación. – ¿Volverá a España?

– Me quedé en Noruega por mi investigación, porque este país ha abogado mucho por poner dinero encima a la mesa, dando pasos de gigante en las áreas que quería. Perp no olvido mis raíces y siempre voy a querer volver.

NURIA ESPALLARGAS

es-es

2021-09-29T07:00:00.0000000Z

2021-09-29T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281681143033080

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