Mireia Belmonte se quedó ayer muy lejos de la final de los 1.500. La catalana, que competía en la quinta y última serie clasificatoria, inmediatamente después de Jimena Pérez, no tuvo opciones en la que no es su mejor prueba. Si el pasado domingo consiguió una meritoria cuarta plaza y estuvo a solo 23 centésimas de colgarse la medalla de bronce en los 400 estilos, esta vez estuvo siempre lejos de la final. La catalana concluyó en la decimoquinta plaza final en una especialidad que nunca ha sido su favorita ni en la que mejores resultados ha obtenido –fue campeona olímpica de 200 mariposa–. En una serie dominada por la estadounidense Katie Ledecky, que se reivindicó como la gran favorita al oro batiendo el récord olímpico con un registro de 15.35.35, Belmonte terminó en la séptima plaza, superando a la argentina Delfina Pignatiello, descolgadísima, y estableciendo un registro de 16.11.68.