Virginia Díaz (El Astillero, 1991) tiene esta madrugada su gran oportunidad. La cántabra, que forma equipo con la catalana Aina Cid en el dos sin timonel español, rema a las 5.30 del martes al miércoles en hora española (se ha reprogramado la regata para retrasarla media hora) en el canal Sea Forest en busca de una plaza para la final olímpica. En la manga clasificatoria las españolas consiguieron la plaza en semifinales tras una regata de menos a más, como es habitual en ellas, en la que Nueva Zelanda se les alejó demasiado pronto, pero en la que estuvieron a punto de terminar como segundas clasificadas entre los cuatro barcos que buscaban plaza.

Tras marchar mucho tiempo en la última posición, a partir de la segunda fase de regata comenzaron una gran remontada –también respecto a Nueva Zelanda, pero las oceánicas estaban ya demasiado lejos– para dejar atrás a Irlanda y estar a punto de hacer lo propio con Dinamarca. Apenas media docena de paladas les faltó para ser segundas en su manga (se clasificaban tres de los cuatro barcos).

Precisamente Nueva Zelanda, que llega con una marca de 7.19.08, es una de las grandes favoritas no ya a la clasificación, sino al oro. Virginia Díaz y Aina Cid, por su parte, llegan con una marca de 7.23.14 y la esperanza de colarse en la final. Ya lo hizo la catalana hace cinco años en Río de Janeiro, aunque en aquella ocasión con otra compañera.

Las españolas bogarán, salvo cambio de programa de última hora, esta madrugada del martes al miércoles a las 5.30 de la mañana en horario español. Lo harán en la segunda semifinal, en la que a diferencia de lo que ocurrió en la manga clasificatoria tendrán cinco barcos más como rivales en una dura regata. Serán, además de Nueva Zelanda, los de Estados Unidos, Italia, Rumanía y Rusia, que compite en estos Juegos bajo la denominación de Comité Olímpico Ruso (ROC).

La astillerense, que rema habitualmente con Raspas del Embarcadero, y la catalana han preparado a conciencia los Juegos, concentradas en altura el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada y entrenando en el embalse, además de las duras sesiones habituales de remo ergómetro y bicicleta.

Su meta es la final y, de llegar a ella, plantear la regata de su vida para buscar el mejor resultado posible. No son las favoritas, pero en absoluto comparsas, como lo demuestra un palmarés envidiable. Medallistas en los tres últimos Campeonatos de Europa (oro en 2019, plata en 2020 y bronce el pasado mes de abril). No solo han brillado en las pruebas continentales. También saben lo que es ganar en la Copa del Mundo, y ahora aspiran a la final olímpica. Sería la segunda para la catalana y la primera para la cántabra, una pareja a la que el año de aplazamiento no le ha venido nada mal para continuar con su compenetración. Hoy el mismo canal que las vio remontar en la manga clasificatoria servirá de escenario para su gran objetivo de 2021. De momento el primer paso ya está dado.

Si no hay sorpresas, las españolas deberán mejorar su 7.23.14 para estar en la final de la madrugada del miércoles al jueves