Josep Borrell ha vuelto a la UIMP para dirigir una nueva edición de ‘¿Quo Vadis Europa? IX. Hacia una Unión Europea geopolítica’, uno de los cursos con más solera de la programación estival de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Las primeras palabras del vicepresidente de la Comisión Europea han sido sobre el papel de la institución supranacional en pandemia: «Está sobre la mesa dotar a la Unión Europea de competencias en materia de salud» para afrontar futuribles pandemias.

La crisis sanitaria ha supuesto un antes y un después generalizados. «Los europeos han tomado consciencia de que cada vez hay más problemas para los que no hay una solución nacional», aseguró Borrell. Un ejemplo es la adquisición a gran escala –y anticipada– de las vacunas del coronavirus. «Hemos acudido juntos a comprar vacunas y hemos tenido problemas de abastecimiento y plazos de entregas, imagínese qué hubiera pasado si los 27 hubieran acudido por su cuenta al mercado a intentar comprar las suyas», defendió Borrell.

La cooperación ha permitido que los países miembro no hayan «entrado en competencia entre ellos», perjudicados por las guerras de precios. Sin la centralización, «el resultado hubiera sido infinitamente peor» por lo que «frente a las amenazas que pesan sobre Europa, hay muchos países europeos que si estuvieran solos no tendrían donde agarrarse».

Antes de abrir el curso, Borrell compareció públicamente junto con Enrico Letta, expresidente del Consejo de Ministros italiano y líder del Partido Democrático de este país. Letta también defendió el peso de la UE en la vida de la ciudadanía europea, y lo hizo a partir de los resultados del Eurobarómetro. La encuesta especial realizada para el Parlamento Europeo entre marzo y abril de 2021, reveló, entre otros, que el 74% de los encuestados «quieren que la Unión adquiera más competencias para hacer frente a crisis como la pandemia de covid-19, incluido un 28% que está totalmente de acuerdo», refleja la UE en su web. «El apoyo a Europa en países como Italia o España está subiendo» gracias a los «logros» sociales, indicó Letta.

Además de las consecuencias directas, el curso servirá para analizar el papel de la UE en el contexto pospandémico, que será «más desigual, más asiático y más digital», reveló Borrell. El mundo será «más peligroso», aseguró el exministro de Asuntos Exteriores, a causa del aumento de las tensiones y los conflictos. Y la UE, indicó, tiene que adoptar un papel protagónico en el sistema multilateral internacional.

Las tensiones entre China y Estados Unidos son una de las grandes amenazas al actual orden mundial, volvió a destacar Borrell, como en ediciones anteriores. Y si bien consideró que Europa «está más cerca de Washington que de Pekín», ya que «compartimos la democracia multipartidista y el modelo de economía de mercado», esto no significa que los intereses «converjan siempre». «Para la UE, defender sus propios intereses en este conflicto es una prueba de fuego», añadió.

Ambos ponentes destacaron, además, la importancia de la buena

administración de los fondos europeos ‘Next Generation’, un fondo extraordinario para paliar los efectos de la crisis sanitaria, dotado con 750.000 millones de euros, y del que Italia y España serán grandes beneficiarios.

De este modo, ambos países «van a marcar el camino» en la administración de estos fondos y aseguró que la forma en la que estos países gasten el dinero «será decisiva para convencer al resto de países».

Por último, Letta apuntó también al desafío institucional como uno de los principales retos de la Unión. «Debemos superar el derecho a veto para tener una Europa más fuerte y unida», indicó.