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«La infidelidad, mal que bien, puede ayudar a mantener la estabilidad de una pareja»

El psiquiatra Luis Palacios Araus analizó la relación entre la sexualidad y las emociones en el curso sobre Neuropsicología iniciado ayer en Laredo

JAVIER GANGOITI

La complejidad de la sexualidad humana, su componente emocional y su uso en la esfera de la pareja son algunos de los temas que Luis Palacios Araus trata a diario. Psiquiatra y psicoterapeuta en Santander, ayer escrutó las claves de este universo con la ponencia ‘Intimidad y sexualidad’, en la sede de Laredo.

–También hay sexo sin amor.

–Puede haberlo también, sí, prescindir de la parte emocional del sexo y utilizarlo como elemento de placer. Aún así, por mucho que sea una relación de una noche, prácticamente es inevitable que no haya un correlato emocional. Incluso en los casos que aparentemente no debería, el sexo pone en marcha su carta emocional, aunque sea a nivel superficial.

–La vulneración del pacto entre una pareja. ¿Es una particularidad humana?

–No lo es. Hay muchas especies aparentemente monógamas en las que se dan ‘infidelidades’.

–Me refiero a la idea de ultraje.

–En el sexo todo esta amplificado hacia lo emocional. No es una cuestión de si los cromosomas son de uno u otro, sino de que se ha traicionado un compromiso. Esa es la dimensión emocional, el elemento de traición y la desconfianza. A partir de ahí, se abren muchas cuestiones, como hasta qué punto es destructiva una deslealtad para la pareja o, por contra, la apuntala. En algunos casos, aunque sea una bomba de desconfianza, cuando no se sabe o se hace ver que no se sabe, puede apuntalarla. A una pareja con problemas le puede dar una válvula de escape, aunque puede tener su coste, claro.

–Ojos que no ven…

–Y no sólo eso. Corazón que no siente y la pareja sobrevive, aunque sea de mala manera. En algunos casos, puede tener un carácter adaptativo. La infidelidad, a veces, mal que bien, aunque sea en respiración asistida, puede contribuir a mantener la estabilidad de la pareja.

–¿Es el sexo un tipo de terapia?

–No diría eso. Es una particularidad de la especie humana que nos da la posibilidad de tener una relación en una dimensión emocional que no tienen otros animales. Tradicionalmente hablando, la pareja es el núcleo de la familia que a su vez permite la formación de sociedades. Desde ese prisma, el sexo nos ha resultado muy útil porque contribuye al ‘pegamento’ de la pareja.

–¿Nada más?

–Otra cosa es que a veces un individuo o una pareja pueden estar deprimidos y utilizar el sexo como un antidepresivo sin darse cuenta. Tienen muchas relaciones para disimular y resarcirse del malestar. En esa línea, se podría considerar una especie de antidepresivo. Más que facilitar la salida de la crisis, lo que hace es disimularla y hacer ver que todo va viento en popa, pero no resuelve el problema de fondo.

–Hábleme de la ninfomanía.

–La ninfomanía es la necesidad de tener muchas relaciones sexuales. Habría que verlo caso a caso, pero un ejemplo puede ser el de una persona que tiene una baja autoestima y que comprueba su atractivo en cada relación sexual. Cuanto más baja su autoestima, más sexo necesita para compensar ese estado. Además, el placer le da ese elemento de subidón que la ayuda a reponerse. Otro ejemplo en el que funciona como antidepresivo.

–¿Cuál es el límite entre la ninfomanía y el deseo?

–Estos conceptos no tienen una definición clara y contundente. Pero cuando el sexo ya no tiene una función relacional y su búsqueda no es el encuentro con otra persona sino un objetivo en sí mismo que nunca se satisface, probablemente estemos mas cerca de la ninfomanía. No se trata de cuantas relaciones tienes sino del sentido de las mismas.

–¿Se puede rehabilitar a un violador?

–El delito que comete es sexual, pero es un problema que va más allá de la sexualidad. La violación se puede entender como una conducta sexual absolutamente violenta. Lo que se tendría que tratar es esa personalidad tan agresiva, que también impregna su mundo relacional. Si se puede rehabilitar o no… Eso es terapia. Y la terapia siempre depende de las características de la persona. Hay personas que sí son capaces de cambiar. Otras no. Es muy difícil generalizar en este tema.

SOCIEDAD

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2021-07-27T07:00:00.0000000Z

2021-07-27T07:00:00.0000000Z

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