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CÓCTEL CON ‘PERFORMANCE’

Texto ABRAHAM RIVERA

Del tequila doble de Frida Kahlo a vasos-escultura donde un cóctel sabe mejor y grandes colecciones entre vides.

Valeria Luiselli, autora de la aclamada novela Desierto sonoro, ha escrito el último prólogo de la biografía más famosa de Frida Kahlo, editada por Taurus.

Las primeras líneas están dedicadas a definir su figura: "Frida, la cabrona insolente. Frida, la artista discapacitada. Frida, el símbolo del feminismo radical". Sin embargo, no comenta una de las claves de su vida: la bebida. Hayden Herrera, la biógrafa, por el contrario sí menciona esa relación de Frida con el beber. Lo mismo toma pulque –"esa ambrosía de delirio", escribe–, que brandi o "un tequila doble", como solía decir. La correspondencia entre alcohol y arte ha sido bien narrada, pero muchas veces se nos ha querido ocultar. Como si unos chupitos o una botella de vino no fueran determinantes. Y lo son. Lo sabe bien Jennifer Croll, que publica en Chronicle Books Art Boozel: Cocktails Inspired by Modern and Contemporary Artists (a la derecha, su Frida Kahlo). Un homenaje tan necesario como una buena copa.

BEBIDAS PLACERES

es-es

2021-06-19T07:00:00.0000000Z

2021-06-19T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/282926683350967

Prisa