Kiosko y Más

Las fiestas sin control avivan el miedo a más contagios

Los expertos avisan del riesgo de que el fin del confinamiento nocturno lleve a relajar las precauciones en bares y reuniones

PABLO LINDE,

En la Puerta del Sol de Madrid, la medianoche del sábado se celebró como si se tratara de una Nochevieja. Alcohol, gritos y bailes para festejar el fin del toque de queda. En Barcelona hubo macrofiestas en la playa. Y las escenas de botellones con jóvenes con la mascarilla colgada del cuello se sucedieron por toda España. Lo que más preocupa a los expertos en salud pública, sin embargo, no es que la primera noche tras el estado de alarma haya sido una fiesta descontrolada, sino que eso sea el síntoma de que una falsa seguridad invade a muchos españoles. Lo previsible, dicen los expertos consultados, es una subida de diagnósticos en unos 10 días. La vacunación, que protege sobre todo a los mayores, hace difícil prever su magnitud. Todo depende, advierten, de cuánto se relajen las medidas de seguridad en los bares, las reuniones sociales en domicilios o los ambientes laborales.

primera madrugada sin estado de alarma se vivió en muchas partes de España como una gran fiesta, una Nochevieja adelantada a mayo con botellones en las principales plazas, en muchos casos a voz en grito y sin medidas de seguridad. Y eso a pesar de que los datos siguen siendo preocupantes. Aunque la incidencia en España comenzó a caer la pasada semana, la tendencia todavía es muy débil, después de otras dos semanas de estancamiento. El viernes, último día con datos oficiales, había en todo el país una media de 198 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, lo que según el semáforo del Ministerio de Sanidad (entre otros indicadores) supone un “riesgo alto”. Y cinco comunidades autónomas (Madrid, Cataluña, Navarra, Aragón y País Vasco, además de Melilla) superan los 250, lo que equivale a “muy alto”. En las calles no se recordaban esos datos.

En Madrid, la fiesta se adueñó de la Puerta del Sol y la policía hizo 450 intervenciones; en Barcelona, fueron desalojadas 6.500 personas de distintas plazas. La noche del sábado dejó 16 detenidos en Palma y cuatro agentes de la Policía Nacional heridos de diversa consideración en una concentración no autorizada contra el toque de queda. No hubo incidentes reseñables en Madrid, Valladolid, Salamanca, las capitales vascas o Sevilla, pero sí escenas que evidencian la falta de control y distancia contra el virus. “Son imágenes lamentables”, dijo ayer el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.

El final de las restricciones en la capital española tuvo la Puerta del Sol como uno de sus escenarios. Varios cientos de personas se congregaron allí para festejar por todo lo alto el entierro del toque de queda aunque Madrid siga bajo la pesada losa de una incidencia acumulada de 317 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Eso supone alto riesgo.

A los lateros les sobraban clientes ante tanto gaznate seco de cantar y gritar. Lo más coreado, sin duda, “¡Libertad!”. “Ahora empieza la hora de los botellones”, señalaba el conductor de un coche patrulla de la Policía Municipal en el acceso a Sol desde la calle del Correo. No preveía la que se avecinaba. “Este es nuestro bastión”, justificaba junto al edificio de la presidencia de la Comunidad dando por hecho que aquello no iba a desmadrarse. Con todo, en Sol hubo farra pero no disturbios.

Lo más problemático, destacó el alcalde de Madrid, fue en la plaza del Dos de Mayo y en las cercanías del Instituto Anatómico Forense y del Wanda Metropolitano, con más de 450 intervenciones de la policía.

En Barcelona, el ruido llegó pasados unos minutos de la medianoche al paseo marítimo de la Barceloneta. La noche fue tal y como había previsto el Ayuntamiento: botellones, aglomeraciones, música, bailes y excesos al aire libre a pesar de los esfuerzos de la Guardia Urbana, que tuvo un refuerzo especial con un incremento del 30% de su servicio. La policía se dedicó las primeras horas de la noche a dispersar los

grandes grupos, pero su misión fue imposible desde el principio. Las fiestas que se sucedieron en diferentes puntos de la ciudad fueron como un monstruo de mil cabezas. Se regeneraban cada vez que las diseminaban.

La Guardia Urbana, en colaboración con los Mossos d’Esquadra, desalojaron unas 6.500 personas de 31 espacios distintos de Barcelona durante la madrugada El teniente de Seguridad del Ayuntamiento, Albert Batlle, hizo un llamamiento a la prudencia y declaró en la radio que “las imágenes pueden ser preocupantes por ser actos de absoluta irresponsabilidad”.

En Palma, la madrugada del domingo dejó 16 personas detenidas, incluido un menor de edad, y cuatro agentes de la Policía Nacional heridos de diversa consideración después de que una concentración no autorizada contra el toque de queda, las vacunas y las mascarillas provocase disturbios en el centro de la capital.

En Sevilla, la gente abarrotó en las terrazas, aunque sin incidentes destacados y sin detenciones. La fiesta se prolongó más allá de la medianoche, hora de cierre de los bares, porque las discotecas y los bares con licencia de música podían abrir hasta las dos de la madrugada.

En Castilla y León, Salamanca fue la capital con más avisos al teléfono de emergencias 112, con casi medio centenar de llamadas por ruidos y una decena por botellones o aglomeraciones sin distancia de seguridad. Euskadi también celebró la nueva etapa con múltiples fiestas y celebraciones callejeras en las tres capitales vascas y muchos municipios, aunque sin incidentes reseñables, según confirmó la Ertzaintza.

Información elaborada por Luis de Vega, Eva Saiz, Lucía Bohórquez, Juan Navarro, Bernat Coll, Pedro Gorospe y Berta Ferrero.

PORTADA

es-es

2021-05-10T07:00:00.0000000Z

2021-05-10T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281797106871663

Prisa